Acompañado de Paco López, responsable de la oficina de management de la banda, Attraction Management, y del técnico de sonido, Carlos Domínguez, que se quedó en la ciudad de Florida hasta que el protagonista del entuerto fue liberado sin cargos ni fianza; Fernando Madina, visiblemente cansado pero con la entereza que le caracteriza, ofreció un detallado relato de todos los hechos desde que llegó al aeropuerto estadounidense y le impidieron embarcar en el vuelo hacia Ecuador hasta que pudo volver sano y salvo.
Tanto el representante como el técnico describen desde su contexto, uno en Ecuador junto al resto de la banda y otro en España, toda la preocupación vivida ante la desaparición del cantante y los perseverantes e infructuosos intentos de dar con su paradero, el cual negaron conocer tanto las autoridades estadounidenses como los responsables del Aeropuerto de Miami.
Por su parte, Fernando Madina cuenta con pelos y señales lo injusto y desconcertante de una retención, primero, y una detención que acabó con sus huesos en la cárcel, después, injustificadas y de las que, a la postre, no se ha remitido ningún informe ni documento oficial que acredite que se ha encontrado durante varios días en esta situación.
El cantante sevillano señala desde un principio que un empleado de la aerolínea impidió su embarque arbitrariamente alegando que “olía a alcohol”, algo que Fernando atribuye a una cerveza que acababa de terminar junto al almuerzo. El propio músico hace hincapié en su efusiva manera de hablar como un factor que despertó el recelo del responsable de que no subiera al avión. Posteriormente, trató de acercarse a él de nuevo apelando “a su humanidad y sentido común”, pero la hostil respuesta del sujeto motivó el enfado de Fernando, que tiró al suelo su equipaje con indignación. Justo en ese momento, según declara el vocalista, dos policías le esposaron por la espalda y a partir de entonces permaneció incomunicado y privado de libertad, primero en el aeropuerto y posteriormente en una prisión en deplorables condiciones.
Afortunadamente, el complicado e inexplicable episodio concluyó en la anulación de todas las causas y de la fianza por parte de un juez de Miami, el cual felicitó a Fernando por tocar en una banda de rock a su edad y fue, según el propio músico Sevillano, “el primero que me dio los buenos días en tres días”.
El cantante ha manifestado su intención de cursar una demanda contra las autoridades aeroportuarias y de inmigración estadounidenses por una detención injustificada y sin ningún tipo de garantías, así como por el trato vejatorio y las violaciones de los derechos humanos que ha padecido.
[Fuente: mariskalrock.com, Enlace original]
No hay comentarios:
Publicar un comentario