A decir de quien ha tenido la suerte de conocerlo personalmente, se trataba de un tipo excelente, educado y encantador, cualidades que contrastaban con la imagen de (voluntario) desarreglo que mostraba en la apariencia física de sus inicios.
Musicalmente, ha sido capaz de calar desde la simpleza, tanto por estribillos que permanecerán por siempre en la memoria colectiva como por el rock de inspiración latina más elaborado pero, de cualquier forma, nadie le puede negar a Pau Donés ni su perseverancia, ni su implicación social ni tampoco su apego a la pluralidad étnica y sonora, lo que le generó muchas más simpatías que desafectos, independientemente de que su música gustara más o menos.
Buen viaje, compañero, vayas dónde vayas seguro que habrá alguien que te hará coros cuando entones "La Flaca" o "Depende", los que nos quedamos aquí, cuando te oigamos, esbozaremos un gesto mezcla de pena y simpatía que, en modo alguno, compensa los buenos momentos que nos hiciste pasar.
[Redacción Nuevaola80. Aurelio Sánchez]
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