Las tecnológicas siembran por sus conductos los algoritmos de la creación musical y cobran por entrar en sus pasillos, repartiendo así ellas, y no las viejas disqueras, el resultado del comercio musical. Eso sí, sus algoritmos son impenetrables.
Todas estas canciones que ahora te presento están confeccionadas bajo la misma premisa que forjó el viejo casete, “Hágalo usted mismo”. Trabajadas en solitario con la puntual ayuda de la amistad y usando los medios de que ahora podemos disponer, más ágiles y prácticos que el legendario Revox de dos pistas. Las vueltas que da el mundo para volver al mismo sitio.
Enrique Jiménez ha transitado por varias formaciones musicales: Los Raros, Los Cardiacos, El Cometa Errante, No More Beers, y desde hace unos años también cultiva sus propias creaciones en solitario bajo su alias: Kike Cardiaco. Aquí se reúnen los temas que ha ido publicando con este avatar.
1 - “(Letanía de los que) Perdimos Barcelona”: Los sonidos que llegaban desde Barcelona en los 60 me pillaron de lleno en mi adolescencia, de ellos hablo en la canción, venían entonces cantados en castellano. Me adherí después a la siguiente invasión catalana, el rock progresivo manufacturado en Barna y básicamente dicho en inglés. De ahí a los trovadores en catalán hubo un pequeño viaje y yo lo hice. Ese es material del que está hecha esta canción.
Llegaron los ochenta y Los Cardiacos tocamos varias veces allí siendo bien recibidos y escuchados. Con nuestro primer single “Salid de noche” Phillips - Fonogram se volcó en la promoción en Barcelona y visitamos unas cuantas emisoras. La prensa musical, radicada casi totalmente en la ciudad nos trató bien e incluso muy bien, como fue el caso de Ruta 66 y nuestras reseñas aparecían en Popular1 y Vibraciones con normalidad. Al fin y al cabo no éramos de Madrid y viniendo de León aún era más de agradecer. La necesidad de contar todo esto me surgió al ver las imágenes de las protestas en las calles de Barcelona en 2017.
Ahora escucho la música urbana de Rosalía, Bad Gyal, N. Peluso y otras que allí se incuban… todo en español, a diferencia de aquel tiempo en que lo normal era alternar en el tocata un tema con otro, una lengua con otra. Algo ha pasado, algo hemos hecho mal. Parto de la premisa de estar equivocado, por eso la canción se resuelve con una pregunta para dejar abierta la respuesta ¿o creéis que no fue así?.
Parodiando a Yourcenar, aquel tiempo se desvaneció y para mi nada potente como aquello lo ha sustituido.
2 - “Frágil juventud” - (Recordando a) Los Raros nos unimos en 1967. Aún no lucíamos barba y la guitarra eléctrica y la batería fueron un premio familiar por solventar la reválida de cuarto de bachiller (los otros dos miembros del grupo ya poseían su instrumento). Ese verano ensayamos un repertorio mínimo en nuestro local de la calle Esla de León, local compartido por toda la pandilla de entonces, que también ascendería con nosotros el 25 de aquel mes de julio al pico Fontún de Villamanín. La canción está construida sobre un ritmo que entonces llamábamos Detroit y sirve de percha para colgar algunas observaciones sobre el tiempo perdido y la vieja
juventud. Los Raros solo se presentaron en público dos veces, los días 31 de diciembre de 1967 y 5 de enero de 1968 en el casino de El Barco de Valdeorras. Éramos menores de edad y nos acercaba hasta allí nuestro manager, que en esos años era lo primero que había que tener, alguien que creyera en ti.
La canción está facturada ahora y pensando en lo que entonces me hubiera gustado poder tocar…tampoco pude ver entonces como ahora veo que … “solo lo nuevo prende y germina” y, precisamente entonces, cuando todo era de estreno.
3 - “En el 62”: El personaje es real, claro que existió. Era Don José Dolores Quiñones, autor de canciones como “Camarera de mi amor”, “Los aretes de la luna”,” Vendaval sin rumbo”, entre otros muchos éxitos latinos. Estuvo también exiliado en Méjico y acabó sus días en Francia. En Madrid compartió correrías con Don Antonio Machín. Mi conocimiento de él parte de su hijo, Luis Quiñones Socarrás que compartió docencia conmigo durante 16 años en la escuela municipal de música de León. La canción también está dedicada a mi compañero Luis. En el año 2002 trajimos a su padre desde Toulouse a León para hacerle un pequeño homenaje y un justo reconocimiento a su labor como creador de música popular latina. La leyenda de que el ron y el whisky bajaban la tensión arterial fue una receta difundida entre nosotros por Luis Quiñones, de ahí la presencia de George Harrison en la canción, que aparece aquí para recordarnos que tras esas noches, el día se nos viene encima como una losa. Don José Dolores falleció en 2008 en Toulouse.
4 – "De Ipanema a Grecia": Voces tipo Kraftwerk, improvisaciones con un talking machine en una bossa nova... Kike Cardiaco no ceja: Y no deja de sorprendernos contrastando nuestro imaginario colectivo acerca de Ipanema con las escenas de migrantes que vemos cotidianamente en las playas griegas. Un ejercicio de estilo y especial buen gusto.
5 – “Iniciales CHB. Canción francesa para Chema Baños”: Un inusual homenaje a la canción francesa más clásica desde nuestra música moderna dentro de un singular recordatorio musical facturado a la memoria de un amigo francés desaparecido. Aquí desfilan Dutronc, Polnareff, Gainsbourg, por territorios del swing manouche desde una óptica Pop.
6 – “Skrisis dance”: Crítica contra la corrupción y las artimañas de los poderosos en torno a la crisis. Además contiene (en su videoclip) un manual para aprender a bailar el ska de la forma original primigenia.
7 –“Ecos de León (swinging)”: El himno de León a ritmo de swing. Se os propone descubrir el acertijo musical que encierra este título. Ecos de León está basada en el himno de León compuesto por Odón Alonso González. Kike Cardiaco ha hecho una versión aproximada en clave de swing, al modo de la que Django Reinhardt hizo del himno francés, el ”Allons enfants”: la melodía recuerda a esa canción de Odón Alonso padre.
8 –“El confinao desconfiao (Para nylon, pandereta de tuno, cacharros de cocina, piano a tres dedos…)” Una versión primigenia que después se desarrollaría más completa para El Cometa Errante.
9 –“Ecos de León (swinging) : (¡Otra vez el himno de León!). En Francia existe una cierta tradición de retorcerle las tripas a los himnos. Lo hizo Django en 1947 cuando por la indignación que podía inspirar esa incursión sincopada decidió llamar “Ecos de Francia” a La Marsellesa. De ahí nuestro título. Algunos años después, Gainsbourgh lo transformó en un reggae, “Aux armes etcetera” … manifestando una desidia hacia esos valores que consiguió el efecto deseado: soliviantar a lo más rancio de “Le coq Pais”. Entre nosotros los himnos suelen ser invisibles e inaudibles, actitud reflejada muy acertadamente en la boutade de A. Boadella “España es un país civilizado porque su himno no tiene letra”. Cierto, hay que reconocer que la lectura de las letras no es muy edificante e incluso a veces parecen textos yihadistas. La sangre abunda. Para destruir ese efecto en mi trabajo he hecho desaparecer el sujeto colectivo y épico que habita estos espacios y lo he convertido en una sola voz, eso sí, tratada con distorsión y flanger para poner distancia, una voz que narra sencillos episodios vitales. Ese nuevo actor atraviesa un río (por el puente), acude a bares a oír música en las rocolas, fuma y deja de fumar, sale de noche y deja de salir, toma medicamentos para el reuma…pero parece sentirse cómodo en esa ciudad-estado, e incluso, el alegato robótico podría ser tomado como una velada declaración de amor al terruño o tal vez sea a la vida. ¿Será este personaje un replicante?
[Fuente. Selenitas SU]
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