Hay días en los que no merece la pena levantarse. Hoy bien podría ser unos de ellos ya que en pocas horas dos de los músicos más representativos del punk español fallecían a causa del cáncer y la ELA.
Uno, Manuel Alférez, el bajista de los barceloneses Decibelios desde sus inicios allá por los primeros 80s, cuando aún respondían al nombre de dB, deja casi una decena de discos a sus espaldas y preparaba, junto a su banda de siempre, una gira de 40 aniversario para el próximo mes de octubre. Además de su faceta como músico Manuel también es conocido como fotógrafo de conciertos, apoyando con su cámara a cualquier grupo que pasase por la Ciudad Condal. Esta es la segunda baja en el seno de Decibelios, ya que en 2017 había fallecido David Ocaña, guitarrista de la banda desde 1989 cuando sustituyó a Manel Doménech.
El otro Jaime Triay, voz solista y guitarra de los mallorquines Cerebros Exprimidos, banda aparecida en Palma en 1985. Pronto se dieron a conocer por sus contundentes conciertos, llegando a ser calificados como "demasiado ruidosos" tras conseguir el segundo lugar en el "VI Concurs Pop Rock Palma". Desarrollaron la mayor parte de su carrera en el Muster Records. Llegaron a editar alguno de sus discos en el mercado estadounidense como Squeezed Brains. En 1988 tras la publicación de "Cerebrator" anuncian su disolución. También en el caso de los de mallorca este es el segundo hueco que queda en su formación, tras el fallecimiento en 2001 de su bajista Cañete.