Foto: Ricky Rodríguez |
Este año los encargados de poner música a la noche fueron dos de las bandas más veteranas de la escena española: Rebeldes y Burning. Un cartel más que apetecible cualquier día, pero si le sumamos que al día siguiente (15 de agosto) es festivo animó a más de 10.000 espectadores a acercarse a los aledaños del Playa Club.
Arrancaron Rebeldes a las nueve y media con puntualidad británica, ya que a las 23:00 h. debían empezar los fuegos. Hacía bastantes años que la banda que capitanea Carlos Segarra no se acercaba por la ciudad y había ganas de verlos. Llegaban con su último trabajo de estudio “123 acción” bajo el brazo, una estupenda colección de canciones de las cuales tan solo tocaron dos (“La libertad crea adicción” y “Viejo Chevrolet”) que encajan perfectamente entre los clásicos del grupo, una pena que no se animasen con “Como una Gretsch”, “Mientes” o cualquiera de los demás cortes del disco (quizá tener el tiempo limitado influyó en la selección del repertorio). A mitad de concierto se unió a Wichy (batería, voces) Antonio (bajo eléctrico, contrabajo, voces) y Dani (saxo y coros) el mismísimo Aurelio Morata como guitarra, voz solista (en una acertada versión del Sweet Little Sixteen del abuelo Berry) y coros. Toda una sorpresa ver de nuevo juntos sobre las tablas a Carlos y Aurelio. Los Rebeldes están en una gran forma, lo demostraron en este concierto que dejó a todos con ganas de algún que otro bis, pero el horario mandaba y a las once en punto arrancaron los fuegos.
Durante la media hora que duró el espectáculo pirotécnico los encargados del sonido trabajaron a destajo para dejar listo el escenario para Burning. Arrancaron con fuerza los de la Elipa, dejando al personal impactado con la fuerza y la contundencia con las que suena la banda a día de hoy. También presentaban nuevo disco “Pura sangre” del que fueron intercalando canciones con los viejos clásicos y al igual que sucedió con las nuevas composiciones de Rebeldes, nada tienen que envidiar a las antiguas. Dieron toda una lección de saber estar sobre las tablas, con un Johnny perfectamente metido en su papel de frontman, un Kacho Casal impecable en las baquetas, Carlos Guardado como siempre sobrio y contundente a las 4 cuerdas, mientras que Edu Pinilla y Nico Álvarez se repartían solos y riffs. Como invitado especial contaron con Gandy, voz y guitarra de La Banda del Camión y de los añorados Cacahüé, con el que se marcaron “Como un huracán” tema del que el propio Gandy había grabado una versión en su primer disco en solitario “Airiños de rock and roll”.
De allí nos marchamos más que satisfechos pasados unos cuantos minutos de la una de la madrugada (los Burning pudieron estirar un poco más su concierto). El destino hizo que más tarde pudiéramos compartir unas cervezas con Rebeldes, pero esa ya es otra historia que, quizá, os contaremos otro día.
[Redacción Nuevaola80. Ricky Rodríguez & Antonio Rey]
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