La música de la ciudad está de luto tras el fallecimiento de uno de sus agitadores y cronistas más activos y queridos. Nieto del que fuera primer consejero musical de Miguel Ríos, Gelu y muchos otros incipientes artistas en los años sesenta, el 'Maestro Novi', y hermano de Fernando y Carmen, también ligados al entorno musical, Enrique dio sus primeros pasos públicos al frente del grupo Dayfriends, con el que ganó el concurso de la Diputación, debutando discográficamente con el premio en 1992.
Tras colgar el micrófono, inició una larga etapa al otro lado del escenario pero con la misma entrega y convicción que cuando lo pisaba. De su infinita erudición musical (con especial dedicación a Dylan y sus antecedentes folk sindicalistas, así como al más pulido pop inglés), y de sus ganas de compartirla se benefició toda la generación de grupos que saldrían en los años 90 y dosmiles, que de chavales acudían casi en peregrinación iniciática a los dos pubs que regentó, La Pompa y sobre todo La Burbuja, una auténtica universidad nocturna. A la par publicaba un boletín fanzine 'La Bomba' reflejado con certera y no poco ácida tecla el devenir sonoro de la ciudad.
Si Granada fue a principios de siglo parada y fonda de referencia en el pop y rock de todo el país, (y anda ahora una decrepitud viviendo de las rentas, según él mismo escribía en su última aparición pública hace muy pocos días) tuvo que ver con su incansable actividad promotora. No hubo ningún palo del sector que no tocara, así fue road manager de algunos grupos, conductor de bandas, hizo la programación en directo durante años del Planta Baja hasta su traspaso, y luego elevó la agenda de Granada hasta límites insospechados en ciclos internacionales como el Fonorama.
Discreto y tímido, propenso a la observación desde el ángulo muerto sin buscar mayor protagonismo, y de una entrañable ternura en las distancias muy cortas, sin dudas ha sido un maestro absoluto de la crónica musical sobre todo, pero también social y política, sin autocomplacencia y la lengua bien afeitada. De ello dan buenas cuentas las columnas, artículos y críticas que durante tres lustros publicó en el diario Granada Hoy. En los últimos años, aparcada ya su actividad pública, se 'refugió', como él decía, en el pub La Estrella, un reducto del buen gusto en estos tiempos de contaminación sonora. Adiós buen amigo y mejor compañero.
[Fuente: Juan Jesús García para ideal.es -Enlace original-]
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