13 oct 2010

Gran concierto de La Granja en Palma de Mallorca


Sucedió el pasado sábado, en pleno puente del Pilar, concretamente el lunes 11 de Octubre, en la discoteca IO Lounge de Palma de Mallorca, donde actuaron La Granja teloneados por Jaime Anglada, con lleno total, en uno más de esos conciertos que La Granja hace muy de vez en cuando para regocijo de sus fans. Pocos conciertos pero intensos. Los últimos en los que se les ha podido disfrutar en directo han sido el 19/06/10 en la sala Loco Club de Valencia y el 02/04/10 en la sala Assaig de Palma de Mallorca . Pero entremos en materia.

Hay que reconocer que el tal Anglada se lo curra. Tiene poder de convocatoria y se deja la piel en el escenario, suenan bien los temas y aunque me parece que el calificativo de “Springsteen a la mallorquina” es pasarse un poco, lo cierto es que animó el cotarro como pocos teloneros saben hacerlo, pues asumió su papel sin complejos y rodeado de buenos músicos. Más que correcto aunque tampoco fui a prestarle demasiada atención.

Tras el cuatrero, aparecen en escena cuatro tíos de cuarenta y cuatro años que salen en tromba dispuestos a darlo todo encima del escenario. Habrá conciertos que resultan mejor o peor, pero la actitud lo es casi todo y salieron a ganarse al público desde el principio. No sé yo si fue la sobredosis de ensayo después del fallido concierto de hace un mes en el que un listillo de los de este negocio se dedicó a vender humo sin tener nada atado, pero lo cierto es que se f……. a Inés y se comieron al pez nada más abrirse el telón.

Ritmo frenético y preciso, con espíritu de aprendiz y tablas de maestro. Fueron los reyes de la noche al ir desgranando uno a uno prácticamente todos los excelentes temas de sus primeros discos… 'Inés', 'Angel de Mañana', 'No Pierdas El Tiempo', alguna agradable sorpresa como 'Fuimos Chicos Rebeldes' suenan con fuerza y adrenalina, para júbilo de un público cada vez más enganchado a la fiesta.

Miguel toca con contundencia pero con la elegancia beat que le ha caracterizado siempre, demostrando que el buen pop no está reñido con un buen directo. Carlos le sigue como un reloj, lo que facilita que Kiko pase de ritmos a solos con eficacia, aunque yo siga pensando que nada suena como dos guitarras en escena, sobre todo en un grupo con las canciones que tienen ellos. Y pese a lo reducido del escenario, Guiem se mueve bien ayudándose de la pasarela reservada a las gogós de la discoteca, tirando del público que responde al primer estímulo.

Y en esas estamos, cuando se enciende la luz de una cámara móvil de televisión entre el respetable, la cual va retrocediendo hacia el escenario filmando al quinto granjero que sube en olor de multitudes. Mira que le gusta el show a este admirador de Elvis. Y en contra de lo que opinen algunos, no son los solos de guitarra, sino que es más bien una cuestión de espíritu, algo holístico. Estoy pensando en enviar esta crónica a la revista Namasté, si no fuera porque el inefable pitillo en los labios y el patrocinio de Mr. Jack Daniels no cuadra demasiado con los seguidores de Satish Kumar.

El efecto Pablo Ochando hay que mirarlo en cómo cambia Kiko, el otro guitarra, cuando él está en escena. De hecho es Kiko el que marca y no al revés, como pudiera pensar alguno que no sepa leer entre líneas. Otra cosa es que Pablo toque sus solos metaleros para el regocijo del respetable, utilizando incluso el pie del micro como improvisado bottleneck. Espera y sigue a Kiko, en realidad como siempre lo ha hecho en la banda (bueno, y porque fijo que no había ensayado un pimiento), y uno se pregunta el por qué de este periodo de reflexión, ya que nunca ha quedado claro si está o si no está. Habrá que darle tiempo al tiempo, puesto que si bien no hay nadie imprescindible, me parece a mí que sí que es insustituible. Y aunque estuvieron muy bien los cuatro, con los cinco en escena la banda suena mucho más estable y poderosa.

Tanto, que quizá la gente no entiende el por qué no sale Mr. Pok otra vez cuando empiezan los primeros bises. Se produce un apagón notorio en el público, y eso que la primera canción que suena sin él es un regalo casi prehistórico, nada menos que el primer corte de la cara A del primer disco, 'Seis Navajas'. Pero la noche está encendida y a base de tirar de todo el repertorio, el ensayado y el que no, la llama se vuelve a avivar. Ellos no se quieren ir y nosotros no queremos que se vayan, y llega un momento que los temas salen a borbotones y 'Por Quien Doblan Las Campanas' y 'Vitamina D' empiezan a sonar al mismo tiempo, “a ver si tocamos todos la misma”, suelta Guiem en carcajada mientras todo vuelve por sus fueros hasta agotar si no todas las canciones (eso sí que es imposible), sí todas las energías restantes.

Y nada más, solamente recordar a La Granja que los chicos quieren diversión, o sea nuevas canciones que sabemos que ya tienen, pedirles que graben algo pues a lo tonto han pasado seis años desde la última hornada, y que es así como les queremos ver. Por muchos años.

[Nuevaola80. Crónica:José-Ramón Vázquez; Foto:César Sánchez]

4 comentarios:

  1. Excelente concierto y muy buena la crónica de Jose Ramón Vazquez.
    Lo dicho: Los chicos quieren diversión.

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  2. Desde luego que sí, la crónica es extraordinaria, fiel reflejo de lo que sucedió allí.

    Un saludo, me alegro de conoceros a ambos y de haber hecho este trabajo conjunto.

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  3. Mr. Pok me parece que está un poco pasado

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  4. Ahí estamos, la noticia más visitada de Nuevaola80.

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