El cantautor, poeta y escritor Pau Riba ha fallecido esta mañana, en su casa de Tiana, a los 73 años. Con él desaparece una figura fundamental –acaso la más fundamental– de nuestra música moderna, a quien cabe señalar como el padre del rock catalán o, como a él le gustaba decir con el gran sentido del humor que siempre le caracterizó, del “rock sense roll”. Un panorama artístico al que insufló toneladas de actitud, inspiración musical y alto vuelo poético, desde que en 1967 lanzó su primer disco pequeño, con 'Taxista'como tema estrella.
Junto a Sisa, Jordi Batiste, Jaume Arnella o Xesco Boix, entre más, formó parte del Grup de Folk, colectivo de vida tan efímera como significativa, por su mirada hacia las formas musicales tradicionales catalanas y el folk americano, bien diferenciada de la que tenían Els Setze Jutges, más influenciados por el hemisferio francófono (y que, por cierto, en su día no admitieron a Riba en sus filas).
Nacido en Palma en 1948 en el seno de una familia barcelonesa católica e ilustrada –era nieto de los poetas Carles Riba y Clementina Arderiu por parte de padre, y del pedagogo y fundador de Unió Democràtica de Catalunya Pau Romeva por vía materna–, en su juventud abrazó el hippismo. Una ética y filosofía de vida que tuvo el buen gusto, la coherencia y el coraje de mantener y reivindicar hasta el fin de sus días. Su 'Dioptria' de 1969 –al que seguiría un segundo volumen en 1970– sigue siendo unánime y justamente aclamado como el mejor disco de la historia del pop-rock en lengua catalana. No se le permitió presentarlo en el Palau de la Música Catalana. Sí lo hizo –con no poca controversia– en el Gran Price junto a Om, el grupo integrado entre otros por Toti Soler y el ya fallecido Jordi Sabatés, formación con la que grabó la primera entrega del disco en cuestión, mientras que en la segunda contó con integrantes de Música Dispersa como Albert Batiste y, en menor medida, Sisa.
En 1971 –tras una arbitraria detención policial y algunos días en chirona– Riba y la que entonces era su esposa, Mercè Pastor, se instalaron en Formentera, donde nacieron sus dos hijos, Pauet i Caïm. La pareja vivió a fondo la utopía hippie durante su estancia de varios años en aquella arcadia feliz. Fue allí donde Pau grabó, al aire libre y con un modesto magnetófono Nagra, otro de los grandes discos en su haber: 'Jo, la donya i el gripau', inspirado en el nacimiento de su primer hijo. Una magnífica muestra de iluminación lisérgica basada en gran parte en el acervo de la música infantil tradicional.
De nuevo en Barcelona, toma una senda más rockera y angulosa con el rompedor 'Electròccid àccid alquimístic xoc', publicado en 1975, y en el que participó, junto a más músicos, Eduardo Bort. Aquel mismo año firmará una memorable y salvaje intervención en el festival Canet Rock, donde actúa ataviado con bragas de señora, vistosos calcetines y deportivas blancas. Estamos ante el Pau Riba más transgresor e irreverente, estrambótico, imprevisible, aunque no por ello menos inspirado, como muestra su siguiente álbum, 'Licors'. Lo registró en parte en el legendario Bananamoon Observatory de Deià que regentaba el ex-Soft Machine Daevid Allen, quien en cierta ocasión se refirió a Riba como “el Bob Dylan de la cultura catalana”. El disco –que contiene un fascinante y narcótico collage sonoro en su tema titular– apareció en 1977.
En su regreso a Canet también en el 77, se descolgó con una más que gamberra interpretación en clave free del poema 'Astarot Universdherba' junto al combo experimental Perucho’s. En 1978, se encargó él mismo de organizar el festival del Maresme, causando gran escándalo por su cartel, que fue considerado blasfemo al aparecer una virgen y la leyenda “Contrita contradictio, virgo inseminanda”.
En una coordenada más pulcra desde el punto de vista musical, y con cierto vector melancólico en el temario, Pau Riba publica en 1981 'Amarga crisi', título en el que jugaba con el nombre de dos amores. Lo registró en el estudio-hotel Ibiza Sound con el ingeniero Brian Humphries (vinculado Pink Floyd), y en sus créditos desfilan nombres como los de Jordi Clua, Saki Guillem y Max Sunyer. Le seguirá cinco años después el libro-disco-objeto 'Transnarcís (Viatge ovídic dins un jardí tancat)', formado por dos vinilos transparentes, siete perfumes e incluso un elixir de larga vida, obra que él mismo definió como una alegoría de la distancia que le separaba de la Nova Cançó.
Ya en la década siguiente y en plena ebullición de la segunda ola del rock català, Pep Sala (Sau) le produce 'Disc dur', en el que colaboran entre otros Kiko Veneno, Raimundo Amador y Juan Perro. En el 94, Pau Riba hace equipo con el Big Ensemble del Taller de Músics de Barcelona, dirigido por Xavier Maristany, en 'De Riba a Riba', donde pone música y canta poemas de sus abuelos Clementina Arderiu y Carles Riba. Antes de acabar el siglo, en 1997, se alía con el dúo Pastora, formado por sus dos hijos Pauet y Caïm en el álbum de sesgo electrónico 'Cosmossoma'.
En el 2001, sorprende con las nadadales del disco-libro 'Jisàs de Netzerit o capítol zero de la Guerra de les Galàxies'. El proyecto cuenta con colaboradores de diversas disciplinas (el ilustrador Max, el poeta Enric Casasses, músicos como Sisa, Comelade o Roger Mas…) revisitando y proyectando al futuro los villancicos tradicionales catalanes. Será la base del espectáculo que Riba oficiará cada año hasta la temporada 2021-22, coincidiendo con las fiestas navideñas y adaptando el contenido de las canciones a la actualidad del momento.
Ya en el 2008 graba el espléndido 'Virus Laics', que presenta en extraordinarios directos (Mercat de Música de Vic, fiestas de la Mercè de Barcelona…), junto al así llamado Dic Emsembla, formación que acoge a los colaboradores habituales en los últimos tiempos como, entre otros, De Mortimers, Mu y Mil Simonis. Siendo este su último álbum a solas, el cómputo discográfico de Pau Riba se complementa con nuevas joyas en comandita, como es el caso de 'Mosques de Colors' junto a Pascal Comelade (2013) y 'Ataràxia' con la Orchestra Fireluche (2019).
El pasado 2 de marzo, Riba y la Fireluche ultimaban en un estudio de Salt un nuevo disco conjunto, 'Segona florada', que debían presentar en el festival Strenes de Girona el próximo día 9 de abril. Pau Riba, que cultivó también la literatura (poesía, narrativa, ensayo…), publicó a principios del 2021 'Història de l’univers', y este 30 de marzo estaba prevista la edición por parte de la editorial Males Herbes de un nuevo ensayo, 'Història de la música del segle XX (L’electrònica)'.
Casado con Memi March, le sobreviven esta y cinco hijos, además de una legión de admiradores que le tributarán eterno agradecimiento por su extraordinaria obra artística.
[Fuente: Donat Putx y César Rangel -Foto-, para lavanguardia.com -Enlace original-]
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