Foto: Antonio Rey |
Mi hermano hace unos
meses me dijo: “Parece mentira, que vayas a Madrid, a ver a los amigos y al
Atleti, y ahora que vuelven Pistones, ¿no vas a ir a verlos? Son esas palabras
que una y otra vez rondan en tu cabeza y piensas “Volvieron entrados los años
90 y tampoco pudiste ir a verlos ¿y si esta es la última oportunidad que tienes?”.
Dicho y hecho. La
verdad es que he de reconocer, que todo empezó por el mensaje de un amigo que
me dijo que porque no me animaba a ir con mi mujer a verlos a Rock-Ola.
Pistones y la nueva sala Rock-Ola, como para no ir. Engañar a mi mujer y convencerla para acudir a verlos me llevo tres días, pero era obligado.
Toldo de capota negra y
letras blancas para recibirnos, de la calle Padre Xifré a José Abascal, bajada
de escaleras y Pistones.
Ahora que todo vuelve,
parece que por lo menos en la música, para los Pistones ha llegado la justicia.
Los bises se hacen con Metadona, canciones como Persecución, Que el sol te dé o
Flores Condenadas ya no tienen nada que envidiar al Pistolero y se cierra con
la gente gritando “Los Ramones”.
Sus conciertos se
cuentan por llenos y por dobles actuaciones. Esta es una buena noticia para la
música. Han tenido que pasar 35 años, para que llegue su hora. En otro país
nunca hubiera pasado. Pero que va a suceder en un país en que la única música
que se programa sale a altas horas de la madrugada y en la que los grupos que
cantan las canciones tienen que ver como se contrata a imitadores para que las
interpreten.
¿Y cómo fue el
concierto? No se lo voy a contar, paguen su entrada y vayan a verlos, merece la
pena.
Pues nada, nunca es
tarde si la dicha es buena, o eso dicen…..yo jamás te hubiera conocido si no
llega a ser por Los Ramones…
Dedicado especialmente
a Alberto “Joyita” Galán por arrastrarme, a Capita por su amistad, a Vero y
Loli por “aguantar” de estos dos, y a mi hermano y a mi mujer por “soportarme”.
[Redacción Nuevaola80. Antonio Rey]
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