Mas claro imposible, aquí nos llega el programa electoral, tal y como habían prometido, con el que Patacho Recio (Glutamato Ye-yé) y Luís Auserón (Radio Futura) pretenden presentar a las próximas elección de la SGAE, bajo el epígrafe de La Coctelera, en claro guiño a las noches mágicas que, desde principio de año, se están produciendo en la sala Siroco de Madrid, y en las que Patacho y Luís son "músicos residentes".
Programa Electoral de "La Coctelera" (Elecciones SGAE'2012):
1.- Objetivos y principios de la SGAE
La SGAE no debe ser solo un centro de gestión de los derechos de autor, sino que debe servir para apoyar y fomentar el trabajo de los mismos, facilitando su labor creativa y la difusión de las obras que estos realizan. Para que esto sea posible se hace imprescindible que los autores recuperemos la sociedad, comprometiéndonos todos a llevar a cabo las reformas necesarias para ello, tanto en los aspectos internos (revisión de los estatutos, modificación de las normas electorales, gestión eficaz en manos de profesionales), como en los externos (resulta inconcebible la mala imagen que ha llegado a tener la cultura y los derechos que esta genera entre la población en general) haciendo de la SGAE una sociedad transparente y eficaz.
1.1- Como sociedad de gestión deben mejorarse los mecanismos de recaudación haciendo un uso eficaz de la innovación tecnológica para conseguir unos repartos más justos y transparentes, reduciendo gastos en partidas como los descuentos de administración, retribuciones de los miembros electos, inversiones (red Arteria), etc. Hay que conseguir una gestión más austera y eficaz. No hay que olvidar que los derechos de autor son nuestro salario.
1.2- Como sociedad de apoyo al autor debe potenciarse la labor de la Fundación Autor en la promoción y difusión del repertorio de los socios y de la Mutualidad de Autores fortaleciendo la cobertura social y los servicios asistenciales a los autores e impulsando unas normas para una correcta y justa afiliación a la Seguridad Social.
La SGAE debe ser recuperada por los autores y para los autores.
2.- Gestión de la SGAE
La Junta directiva que se forme tras las elecciones deberá someter al control de la Asamblea General las competencias y poderes del presidente y del Consejo de Dirección, así como la aprobación de presupuestos o el seguimiento de ingresos y gastos que se produzcan anualmente.
Entendemos que aunque la Junta es la que debe tomar las decisiones, la gestión la deben llevar profesionales cualificados en aspectos como recaudación, inversiones, aspectos tecnológicos, publicitarios, etc., pero que esto no debe eximir de ningún tipo de responsabilidad a los miembros de la junta ante los socios.
2.1- La Junta directiva y grupos de trabajo: Hay que acabar con la imagen presidencialista de la SGAE y para ello todos los miembros electos deberán trabajar en el día a día –y ganarse su remuneración– creándose tantos equipos de trabajo como sean necesarios para responsabilizarse de aspectos como gestión financiera, recursos humanos, mercado digital, aspectos jurídicos y legales, relaciones externas (institucionales, internacionales o de comunicación), contacto directo con los socios y asociaciones de socios o formación de personal entre otros. La función del presidente ha de ser la representación de los socios y la comunicación tanto con estos como con el exterior.
2.2- La gestión financiera de la sociedad debe correr a cargo de profesionales, siendo la Junta directiva la responsable de la contratación de un Director General que se ocupe de esa función así como de valorar el trabajo y el conocimiento de los empleados y ejecutivos actuales. Para ello es imprescindible facilitar la formación adecuada tanto a los empleados como a los miembros de la Junta.
3.-Protección legal de los derechos de autor
3.1- Es imprescindible la creación de un marco jurídico y legal que regule los derechos de autor haciendo especial hincapié en el controvertido mercado digital. Debe reconocerse que las operadoras telefónicas se benefician económicamente del mercado cultural en la comercialización de sus servicios y productos sin compensación alguna por ello a los autores, debiendo ofrecer por ello algún tipo de resarcimiento. No debe cargarse todo sobre los usuarios de tales servicios.
3.2- También es importante que el autor pueda elegir sobre el modelo de protección y de recaudación de su obra. Respetando incluso la decisión eventual de difusión libre de la misma sin poner trabas a ello, ya sea su difusión por internet o la interpretación en directo de su repertorio.
Hay que crear un nuevo modelo de gestión y protección de los derechos de autor.
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