Foto: lavozdeaviles.es |
A continuación la entrevista que nuestro compañero, Rafa Balbuena, le hizo a su paso por Avilés.
¿Qué tiene que contar Santiago Auserón más allá de las canciones de Juan Perro y Radio Futura?
Pues el motivo de esta visita a Avilés es la publicación de mi último libro 'El ritmo perdido', en el que intento explicar los procesos interétnicos de la canción española, con especial atención al influjo de la negritud africana, un tema que se ha abordado muy poco, disperso entre los libros de historia, las huellas en la literatura y el trabajo de varios sociólogos en la última década. Hablaré de eso alrededor de mi experiencia y recuerdos personales.
¿Se halla a gusto en esa figura intermedia entre el trovador y el profesor?
A ver, vocación pedagógica no tengo, pero sí de investigador. Es una labor solitaria, de cuaderno y biblioteca, que me resulta liberadora, en cuanto que compensa la presión de trabajar frente al público en el escenario y con los medios de comunicación. Aparte de que abre ventanas hacia lugares que de otro modo no pueden ser explorados.
¿Juan Perro es un rockero, un investigador, un personaje o un alias para unificar todas sus facetas?
Juan Perro es una marca artística. Pero he querido darle la apariencia, totalmente deliberada, de compararse con los juglares y trovadores. En Galicia existió hace mucho tiempo un Juan Porro que era, por así decirlo, primo de este personaje que es Juan Perro, que también tiene algo adquirido de sonero cubano, bluesman... y de rockero.
En cuanto a la eterna mención a Radio Futura ¿le pesa, le enorgullece o es sólo un capítulo más de su trayectoria?
Fue un episodio muy importante, en el que hicimos nuestro aprendizaje musical sobre la marcha, con la suerte añadida de que en aquella época este país estaba transformándose y era muy receptivo a los cambios y propuestas que ofrecíamos.
¿Se entiende el grupo sin las circunstancias que rodean la década en que surgió, la de los 80?
El contexto en que nos movimos claro que nos influyó, y con una fortuna comercial que además nos permitió salir adelante sin adulterar los presupuestos artísticos. Eso fue un factor clave, sin duda alguna .
Yendo más atrás ¿se sigue viendo reflejado en la experiencia periodística de Corazones Automáticos, que desarrolló en los 70?
Sí, en cuanto que entonces era estudiante de Filosofía y que a día de hoy sigo manteniendo la inquietud y el método para descifrar los mensajes. Luego me metí en el oficio de hacer canciones, con un estilo de vida muy diferente que me permitió conocer las mismas cuestiones desde otras perspectivas. La conclusión es que las canciones son una vía para saber qué pasa en la vida y qué le preocupa a la gente y a los distintos colectivos humanos.
¿Qué cabe esperar de Santiago Auserón tras este libro y el último disco, 'Río Negro'?
Según están las cosas, es difícil aventurar nada concreto. De aquí a dos años pienso seguir componiendo y manteniendo abierta la pequeña oficina de producción, además de entregar mi tesis doctoral.
[Rafa Balbuena. Nuevaola80 Asturias]
Publicado en El Comercio
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