
La música y el disfrute de la vida son más que suficientes para la felicidad. Es lo que perece mover hoy día al veterano saxofonista, que cuenta en sus espaldas con un intenso currículum en el que destacan sus trabajos en la música electrónica como solista y en grupos como Clónicos, así como sus colaboraciones con artistas de la talla de Bunbury, Nacha Pop o Glutamato Ye-Yé. Ha sido además el responsable de I.P.D. (Inducing the Pleasure Dreams), un colectivo de creación musical que huye de clichés y estereotipos y emplea la tecnología. Su música es un constante experimento -como sus trabajos electroacústicos en los que incluye su aporte al saxofón-, que él mismo define como "artificial".
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