
Inasequible al desaliento, Jose no ha parado de tocar en los 90 pero, sobre todo, no ha dejado de escribir canciones atemporales que beben directamente del pop más o menos críptico y oscuro y que tan solo esperan la chispa del gusto crítico para encender definitivamente la llama de la justicia.
Envuelto en una magnífica portada de Esteban Mediavilla y bajo el inquietante nombre de El habitante incierto, con la solvente base rítmica de Chus (bajo) y Viti, (batería) curtidos igualmente en mil batallas, este artefacto sónico (llamarlo maqueta sería menoscabarlo) que nos ocupa , hábilmente titulado “Mi mundo aparte”, contiene siete esas canciones, siete muestras del bienhacer del grupo que rezuman talento y que , en modo alguno, puede oscurecer la carencia de medios por la altas dosis de trabajo e ilusión que han puesto sobre la mesa.
Asi, tras el potencial single “Susan”, se van desgranando “Arbol caído”, “El loco”, “Mar de salvación” ... dejando un rastro, al margen de lógicas influencias, de buen gusto y, sobre todo, la sensación de que hay vida en el pop español del nuevo milenio al margen de ripios comerciales empeñados en hacer rimar amores con flores, luego no digan que no se lo advertimos.
Información y contacto: habitanteincierto@gmail.com
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