Un viaje en ovni por el Benidorm aperturista. Esto es lo que ofrece el asturiano benidormense Pedro Delgado en Playa, sol y platillos volantes, un libro que toma como hilo conductor las ediciones del Festival de la Canción para pilotar un trayecto de veinte años alrededor de una localidad que fue vanguardia de la cultura pop nacional. Desde que en 1958 se abriese el Manila Park -la primera sala de fiestas de la ciudad- y hasta que, en 1978, surgió, por fin, el rock and roll local.
El autor ha conseguido plasmar en esta recopilación de historias unas pinceladas de lo que significó aquel Benidorm aperturista, que sirvió como foco turístico para un país sumido en plena dictadura. Para ello, se nutre de nombres propios que hicieron posible la transformación del modelo económico de la Marina Baixa y del Estado en general. Habla de empresarios sin traje, de talentosos artistas locales, vampiros y de la figura inigualable de Pedro Zaragoza, "el inventor" de la cultura pop benidormense.
¿Qué hay de cierto en las leyendas de los artistas internacionales que pisaron Benidorm? ¿Quiénes fueron los principales impulsores de esta marea discotequera? ¿Cómo de vertiginoso fue el crecimiento de la ciudad? Muchas cuestiones son las que pretende dilucidar esta obra que, a través de un espejo cultural retro, construye un perfecto relato histórico de la que ha sido considerada capital turística de la Costa Blanca y de sus pueblos de alrededor, que no pudieron seguir la expansión de su hermano mayor. Ni siquiera La Vila Joiosa, capital histórica de la Marina Baixa.
"En primer lugar no me planteé hacer ningún libro, pero fui descubriendo cosas interesantísimas, compilando datos y acabé con todo el material que necesita una obra de estas características", comenta el autor. La modernidad llegaba a España y en esta ciudad parecía que a nadie le importaba dormir. Benidorm comenzaba a ser el canal por el que se introducían las modas anglosajonas en los años sesenta. Con ella llegó el rock and roll, el ocio nocturno e incluso los locales subidos de tono propios del destape. "Es un libro que me hubiera gustado leer a mí", asegura Delgado, que siguió la dinámica utilizada por Ignacio Faulín en su ¡Hola, Mr.Pop! - Cuando la modernidad llegó a España para quedarse: 1956-1964, sobre la historia de la música pop nacional.
Los trabajos y las exposiciones sobre el desarrollo vertical de la ciudad, el Plan de Ordenación Urbana o la transformación de pueblo a ciudad están muy manidos, pero el foco de esta "guía" vira por otros derroteros: "Me he centrado en tres aspectos esenciales. Uno tiene que ver con la arqueología del ocio local, cómo se fue desarrollando una cultura que consiguió arraigarse a un ritmo vertiginoso. Posteriormente, pongo nombres y apellidos a los empresarios locales y extranjeros que fueron actores principales de esta transformación. Por último, no quería dejar atrás, como buen melómano, a los artistas famosos y locales que participaron en esa oferta de ocio benidormense", desarrolla el historiador.
Para ello, utiliza la inauguración del Manila Park, en el año 58, como punto de partida. Era la primera sala de fiestas de la ciudad, el local que abrió la veda a todo lo que vendría después y que ha formado el Benidorm que conocemos hoy día. También fue el lugar que comenzó a contratar a artistas importantes de renombre nacional como Lola Flores, Carmen Sevilla, Raphael... Y que acabó atrayendo el primer Festival de Benidorm. "En la obra menciono a personas como el motorista Robert Kurt Braun, conocido como Bobby, un personaje muy carismático que se disfrazaba de andaluz, con sombrero y chaquetilla cordobesa, para tratar de vender el estereotipo hortera del typical Spanish", señala.
Entre la oferta, había dos tipos de programaciones. Por un lado, estaba la fija, que vendía el típico establishment que demandaba el turista de flamenco, baile, actividades "picantonas" y actuaciones de magos e ilusionistas. En este sentido, Delgado recuerda la sala de fiestas Granada, "la más bonita y espectacular de Benidorm". El otro tipo de ocio era el de gala. Algunos locales programaban actuaciones eventuales de artistas con nombre, gracias a los cuales se pudieron ver actuaciones de músicos como Aretha Franklin, Little Richard, Johnnys Otis, Gary Glitter, Slade... Y un sinfín de artistas locales.
Todo el mundo conoce a Pedro Zaragoza. El desarrollismo de Benidorm no se entendería sin su figura, fuente crucial de leyendas urbanas e icono pop venido a menos con el paso del tiempo. "Es un personaje crucial, fue el que inventó las técnicas turísticas que hoy se estudian en las universidades. Él hacía todo esto sin haber cursado estudios de turismo. Sin esos conocimientos hacía juegos y malabares con mucho ingenio y dotes sociales", explica Delgado.
Él no lo llegó a conocer, pero las historias populares que circulan por el aire confirman que era una persona con un gran don de gentes y muy inteligente. Fue el responsable de la permisividad en pleno franquismo, el que promulgó el uso del bikini de dos piezas, la persona que se sacó de la chistera un Festival de Benidorm que lanzó al estrellato a personas como Julio Iglesias. Solo a él se le podría ocurrir una estrategia de turismo nacional como la Operación B-B, una estratagema publicitaria de amistad con Bilbao que pagaba la luna de miel a los recién casados. Mirando fuera de sus fronteras, fue capaz de mandar ramos de almendro a las agencias de viaje escandinavas para que viesen la temperatura que hacía en Benidorm e hizo que dos laponas paseasen vestidos con la ropa tradicional de su país por plena playa de Levante en el 65.
Aparte del texto, una de las características más importantes de esta guía pop de Benidorm y la Marina Baixa durante la etapa del 58 al 78 es su soporte gráfico, conformado en su mayoría por imágenes que el autor ha ido recopilando y adquiriendo durante el tiempo en que ha trabajado en esta obra y donde los lectores podrán descubrir fotografías inéditas y carteles curiosos que levantarán todavía más su interés.
Desde imágenes cedidas por el Archivo Municipal de Benidorm con las primeras ediciones del Festival de la Canción celebrados en el Manila Park hasta reliquias en forma de cartel de los primeros clubes nocturnos de la localidad como Safari, Albany, Comodoro Club, El Alcazar o Paladium Club. Sin embargo, no solo se quedan ahí. Hay testimonios gráficos de actuaciones de artistas como Aretha Franklin, Slade, Nino Bravo o Albano. Y como no, fotografías y folletos de las noches en CAP 3.000, un local en forma de platillo volante que motivó la leyenda urbana de que Led Zeppelin había actuado allí. También se acerca al Benidorm que conocemos hoy en día de Penélope y Palace.
Un libro así no podía estar escrito por un autor normal. Pedro Delgado es licenciado en Historia por la Uned, colaborador en fanzines musicales, locutor de radio ocasional y músico, además de director del sello discográfico Pipus Records. Una persona multitarea, se podría decir. Aunque no se dedica profesionalmente a ninguna de estas actividades, lleva toda la vida vinculado a la música y formando parte de la escena rockera alicantina desde finales del siglo XX. Precisamente es aquí donde ha desarrollado más su melomanía, tocando la batería en innumerables bandas provinciales como Bastardos, Terrible Min, Ringo-Rango o Blues Vandals. Durante este periplo musical, ha tocado como músico semi amateur, a caballo entre la profesionalidad y la autosuficiencia, llegando a crear Pipus Records para autoeditarse.
No obstante, también ha tenido una etapa profesional militando en los Rebeldes durante la gira de 40 Aniversario del grupo, año en que participó en la grabación del disco Rockola Blues (Altafonte, 2019). En cuanto a su sello, lo codirige junto a su esposa, la también artista Yolanda Bonet (Symptomatics, Cromosoma 3, Alest y su Escuadrón Bonobo...). Actualmente, Pipus Records se centra en promocionar a las bandas alicantinas, pero también han colaborado en ediciones a nivel nacional de grupos como Mossen Bramit Morera i els Morts o los Kinky Boys de Jordi Vila.
El libro será presentando al público general este lunes 15 de abril, a las 20 horas, en el salón de actos del Ayuntamiento de Benidorm. Pero no será una presentación al uso, con sus discursos en torno a la obra y sus reflexiones tediosas. La velada contará con una píldora musical de altos vuelos que correrá a cargo del grupo New Experience, una "superbanda" en la que militan miembros de otras formaciones locales como Los Signos (60s), Blue Stars (70s) y Control (70s).
[Fuente: Juan Fernández para informacion.es -Enlace original-]
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