Pedro Munster ha muerto en Madrid a los 63 años, ayer miércoles 22 de octubre. Vecino de la calle de Santa Brígida, habitual del café Pepe Botella, DJ de la noche malasañera, residente en el Morocco cuando lo regentaba Alaska, fiel amigo de la mítica cantante y su pareja, Mario Vaquerizo. Muchas vidas con un escenario común: Malasaña.
Por eso Pedro Munster tuvo que nacer un 2 de mayo. No era, claro, el de 1808, sino el de 1962. Pero esa fecha fue motivo de orgullo a lo largo de toda su vida. La de una figura ecléctica que tuvo siempre una constante en Malasaña. Ese barrio oficioso del centro de Madrid donde rutina y excepcionalidad transcurren en una plaza cuyo nombre, desde hoy, no honra solo al levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses. Es también memoria de un hombre que representó como nadie el espíritu de sus calles y sus bares.
Aníbal J. Clar, coautor con Munster de Eduardo Benavente. El genio detrás de la cortina (biografía del icónico líder de Parálisis Permanente), atiende la llamada de "Somos Malasaña" después de conocer la “inesperada” noticia y a una semana de un concierto homenaje a Benavente en la sala El Sol. Traslada unas palabras “sin tener nada escrito, pero mucho mejor, porque así sale el sentimiento y Pedro Munster era mucho sentimiento”. Desde su punto de vista, “se va uno de los principales referentes en el underground madrileño”. Para Clar, Munster “vivió la Movida madrileña como un personaje principal, todo lo que aquello representó estaba reflejado en él”. Y añade: “Aquellos sitios que empezaban a abrir, como La Vía Láctea o el Penta, no solo los frecuentaba, sino que formaban parte de su vida”.
Una relación que empezó cuando un amigo del cuartel en el que completaba el servicio militar le puso una canción de Alaska y los Pegamoides: “Pedro me contó que cuando lo escuchó le pareció la leche. Se interesó tanto en aquel grupo que llegó a ser un Pegamoide más sin ser Pegamoide, incluso el principal. Alaska le decía que cuando él no estuviera se quedarían sin pasado. Su trabajo era siempre impecable”, recuerda Aníbal.
Muy activo en redes sociales (la cuenta de Pedro en Instagram cuenta los seguidores por miles), Aníbal recalca que en él esa modernidad convivía con el interés por atesorar el pasado: “Tenía un archivo en su casa increíble, tanto físico como virtual, que dudo mucho que otra persona pueda igualar en lo referente a ese tiempo. Originales en vinilo de todos los discos de Pegamoides, Radio Futura, La Mode, Derribos Arias... Todo lo que quisieras”. Aníbal J. Clar menciona una frase habitual de Munster que da cuenta de cómo su su propia memoria también permanecerá en el futuro entre sus amigos y sus vecinos del barrio, tan presente como la Dos de Mayo: “Yo soy más moderno que pasado mañana”.
Pedro Munster era, es y será puro Malasaña. Por eso Aníbal no lo duda: “Estará en el cielo o dónde la providencia haya querido llevarle. Pero tenglo claro que tendrá al lado a Eduardo Benavente, Enrique Sierra, Carlos Berlanga y tantas personas que marcharon antes que él guardándole un gran aprecio”.
[Fuente: Guillermo Hormigo para eldiario.es -Enlace original-]
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