4 ene 2025

Amaro anuncia el lanzamiento de su nuevo álbum 'Guerrëra'

La banda de rock Amaro ha confirmado la fecha de lanzamiento de su nuevo álbum, titulado 'Guerrëra'. Este trabajo discográfico estará disponible a partir del 17 de enero de 2025 a través del sello Demons Records. Con una potente imagen promocional, la agrupación promete ofrecer un disco cargado de energía y actitud, reafirmando su lugar en la escena del rock.

Amaro es una de las bandas pioneras del Hard Rock y Heavy Metal en España, formada en los años 80. Liderada por su carismática vocalista Joana Amaro, la banda marcó una era con su potencia musical y letras cargadas de mensaje, destacando como una de las pocas mujeres que lideraron el rock en un entorno dominado mayoritariamente por hombres. Su influencia y determinación han convertido a Amaro en un símbolo de perseverancia y pasión dentro del género, un legado que sigue vigente con el próximo lanzamiento de su álbum 'Guerrëra'. Con una alineación de músicos experimentados, el álbum promete ser un homenaje a la fuerza y perseverancia, valores que la banda refleja tanto en su música como en su trayectoria.

Estará disponible en diversas plataformas digitales como Spotify, Amazon Music, Tidal, iTunes y YouTube, permitiendo a los fans de todo el mundo disfrutar de su música. Por el momento ya se puede ver el primer single que da título al disco, 'Guerrëra'.

La Sala Wolf de Barcelona será el escenario del primer concierto de la gira de presentación de este esperado sexto disco, el próximo 18 de enero.



[Fuente: metaltrip.com]

Recordatorio a los que se fueron en 2024

Como viene siendo habitual en Nuevaola80, llega el momento de hacer un resumen de aquellos personajes relacionados con el contexto de esta web: músicos, promotores y artistas de toda índole que nos dejaron durante el año que acaba de terminar. Un recordatorio que hacemos desde el corazón  y para que no caigan en el olvido.

Ello son (por orden cronológico):

Morfi Grei (La Banda Trapera del Río, Vox Animal, Zona Grei), José Antonio Moyano "Mo" (Pispirutos, Skalope), Martí Riera (Ilustrador), Tolo de la Fuente (Ilegales), Pablo Sela "Coy" (Melopea, Zoquillos), Joaquín Ladrón (Ilustrador), Xavier Font "Papus" (Últimos de Cuba), Javier Alastrué (Less, Platino y promotor), Mikel Barsa (Promotor, editor y manager), Valentí Morató (Los Negativos), Pepe "El Botas" (The Nativos, Los Enemigos), Mario Armero (Promotor), Jordi Bonell (Secta Sònica, Música Urbana, Bocanegra, Azúcar Imaginario), Armando Pelayo (Los Archiduques, Barrabás, Vainicia Doble), ...

Descansen en paz.

Seguramente nos habremos dejado alguno en el tintero. Si es así, agradecemos cualquier tipo de información y serán añadidos a la lista.

Todos ellos y los de años anteriores están recogidos en nuestra sección 'Se fueron, pero no nos olvidmos'.

[Redacción Nuevaola80. Pedro J. Pérez]

'¿Cuándo se come aquí? El gran golpe de Siniestro Total' es el segundo libro de la zaragozana Sara Morales

Sara Morales (Zaragoza, 1983) ya dio muestras de tener mano más que diestra para la biografía oral en el magnífico "Conversaciones con Ana Curra" (2021). Aquí, en el que es su segundo libro, el empeño es menor y a la vez mayor. Menor porque se circunscribe a un periodo de tiempo inferior: el que circunda la grabación del emblemático debut de Siniestro Total, hace 42 años, y no pretende abordar toda una carrera. Y mayor porque esto requiere de un acopio de testimonios más hondo: Julián Hernández, Alberto Torrado y Miguel Costas, pero también Servando Carballar, Paco Trinidad, Jesús Ordovás, Óscar Mariné, Teo Cardalda, Pablo Novoa, Diego A. Manrique o Anton Reixa pasaron ante la grabadora de la autora. Los músicos en cuestión, pero también productor, disquero, diseñador y periodistas. Tan solo faltó, inevitablemente, Germán Coppini, fallecido en 2013. Mucho material por enhebrar, muchas horas de conversación que hilar en una madeja que resulte un relato apetecible, ameno y bien ordenado. Lo consigue. Están el qué, el cómo, el cuándo y quiénes. También los porqués. Y expuestos en una secuencia lógica y ponderada.

Al margen de esa premisa fundamental, son tres, a mi entender, los méritos principales de estas 173 páginas. En primer lugar, alumbrar la idea de que Siniestro Total eran, desde un principio, algo (mucho) más que una panda de punks irreverentes con querencia por el chascarrillo provocadoramente pueril: quizá lo parecieran en más de un momento, pero había una sólida base musical y también un ideario que sintonizaba, a su ácida y gallega manera, plena de retranca, con sus acólitos anglosajones. En segundo lugar, que se trata de un libro de presente, escrito desde la perspectiva de 2025: el capítulo final se pregunta, muy oportunamente, si hoy en día sería posible la publicación de un disco con textos de ese calado. La unanimidad que suscita la respuesta de todos los entrevistados es significativa del tiempo que vivimos: como leí ayer a alguien en El País, ahora quienes tienen capacidad de generar arte se autocensuran, y quienes son incapaces de generarlo porque les falta talento, pero sí ansían protagonizar escándalos atribuidos antaño al "rock and roll way of life", se meten a políticos. Así de triste es. Y el tercer valor añadido es haber generado precisamente una exclusiva (controvertida, discutida, dará que hablar) que será de interés para los seguidores de Siniestro pero también para cualquiera que tenga un mínimo de aprecio por la historia del pop español: el insospechado origen del texto de “Malos tiempos para la lírica”, desvelado por Julián Hernández. Y hasta aquí podemos leer.

Edita Efe Eme con fecha de lanzamiento diciembre de 2024.

[Fuente: Carlos Pérez de Ziriza para mondonoro.com]

3 ene 2025

Diego A. Manrique cierra 2024 con un artículo dedicado a Enrique Urquijo

Desde el Diario de Burgos, el bien conocido periodista musical Diego A. Manrique cierra el año periodístico con un artículo que titula 'La noche que murió Enrique', en el rememora el trágico desenlace del que fuera líder, compositor y voz de Los Secretos, hace ya 25 años.

La noche que murió Enrique

En la redacción de El País, monitoreaban la radio de la Policía. Me llamaron una noche de 1999: escucharon que en la calle Espíritu Santo había aparecido un cadáver, con documentación a nombre de Enrique Urquijo. Como yo vivía cerca, me pidieron que comprobara si se trataba del cantante de Los Secretos. Efectivamente, lo era.

Tuve que avisar a gente de su discográfica; me resultó chocante que recibieran la noticia con fatalismo, como si lo estuvieran esperando. En su libro 'Enrique Urquijo: Adiós tristeza', Miguel Ángel Bargueño pinta aquellas horas posteriores en Malasaña como un cónclave de buitres de la industria musical, prestos a repartirse el legado del difunto. No lo recuerdo yo así.

Entre el océano de sentimentalismo posterior, notas discordantes. Antonio Vega, encallecido compañero de adicciones, retrataba a su amigo como un tipo poco valiente, incapaz de visitar los temibles poblados de la droga, donde se pillaba mejor material y a precio más bajo. Álvaro Urquijo, su hermano menor, empezó una cruzada para borrar el estigma de yonqui muerto por una sobredosis de heroína. Cierto, fue una combinación de pasta de cocaína (fumada) y tranquilizantes pero eso nada cambia en lo esencial.

Se me ocurren mejores enseñanzas de su vida. Primero, la doble militancia, en Los Secretos y, con un repertorio que miraba hacia Hispanoamérica, en Enrique Urquijo y Los Problemas. Si Santiago Auserón hubiera usado la misma fórmula, compaginando Radio Futura con Juan Perro, todos habríamos ganado. Segundo, era buen descubridor de música. Pocos colegas suyos de generación escuchaban a los Flying Burrito Brothers, cuyo 'Close up the honky tonks' transformó en 'Cerrar los bares'. Más audaz fue nacionalizar la angustiosa 'Carmelita', de Warren Zevon, que además personalizó dirigiéndosela a su hija, 'Agárrate a mí, María'.

La facción dura de la Movida anatemizó a las bandas más pop -de Secretos a Nacha Pop- como 'los babosos', cuando la realidad es que algunos de aquellos músicos adustos vivieron existencias más extremas que las de esos supuestos 'auténticos'. Ah, se relacionaba a Enrique con los banqueros Urquijo. Y no: su padre era ingeniero de caminos, clase media acomodada pero en absoluto millonarios.

Enrique no destacaba por su locuacidad. Coincidíamos en las actuaciones de Boleros Bengalíes, grupo atípico encabezado por un arpista, Liberto Villagrasa; eran fijos en Ambigú, club madrileño en el que yo estaba implicado. Ofrecían un repertorio mayormente iberoamericano, que influyó en la orientación de Los Problemas. De hecho, Enrique ejercería de productor en su debut para el sello Pasión, que pasó desapercibido, aunque contara con la participación de (casi) todos Los Secretos de 1990.

Pero lo que mejor definió a Enrique fue su colaboración con Sabina. Joaquín le pasó unos versos que podían servir para desarrollar una canción y, cada cual por su cuenta, se pusieron manos a la obra. Sabina facturó 'Y nos dieron las diez', triunfal fantasía de seducción de una camarera, con escándalo público al año siguiente. En 'Ojos de gata', Urquijo no se muestra nada heroico: conquista a la chica, pero se queda KO en el momento decisivo. Cierra con una confesión devastadora: 'Comentó por ahí/ que yo era un chaval ordinario/ pero cómo explicar que me vuelvo vulgar/ al bajarme de cada escenario'.

Diego A. Manrique.

[Fuente: diariodeburgos.es -Enlace original-]