26 mar 2011
Primer Festival Mallorca Nochentas... Éxito Total
La habitual parsimonia mallorquina y nuestra tendencia a hablar de situaciones hipotéticas que dificilmente se plasman en algo concreto quedó definitivamente aparcada con el éxito de la exposición “Sa Nostra Moguda Musical”, de Mallorca Nochentas. Algo tendrá que ver el entusiasmo, la habilidad y la constancia de nuestro amigo Pinxo, el cual es sin duda el verdadero motor de un fenómeno de inusitada respuesta en la que un día fue la isla de la calma.
El hecho de que ya en la inauguración de la exposición el jueves la gente sólo empezara a irse una vez acabado el vino, el champán, los cacahuetes, las patatillas, gominolas y otras chucherías que nos sirvieron las huestes del Consell de Mallorca, amén de apagarnos las luces del recinto (sólo faltó la patada en el trasero), ya hacía presagiar que al día siguiente en el concierto la íbamos a liar parda, como dicen en el 'feisbuk'. Fenómeno sociológico por otra parte que ha actuado de catalizador del “tenemos que quedar algún día” que se puede alargar perfectamente durante treinta años.
El cartel era desde luego prometedor. Cuatro grupos de la época reunidos expresamente para la ocasión, al cual se unió a última hora Furnish Time, primeros ganadores del Concurs Pop Rock de Palma, de los que miembros originales fueron Mané Capilla a la batería y Pere Pla a la guitarra y voz, ejecutando un corto pero intenso repertorio con versiones de la banda en mallorquín, mostrando una mezcla de lo que es hoy en día Pere Pla and the Beta Splendens. Creatividad, luz, imaginación y surrealismo perfectamente bailables.
Después de Furnish Time y de buscar por ahí un ampli de bajo (¿cómo se carga uno un Trace Elliot...?), le llega el turno a una de las bandas más esperadas de la noche, Susie Q. Formación que volvió el pasado noviembre con un batería de estudio añadido al resto de la banda, y que contó en esta ocasión con unas baquetas de lujo, nada menos que Miguel Gibert de La Granja, el cual demostró lo estimulante que puede ser el echarse una canita al aire. Sonaron increíbles en todos sus temas, sobre todo los del segundo elepé, pero sin faltar los que todos empezamos a cantar a finales de los ochenta como 'En Esta Calle Sin Luz' o 'Chica de Mal Humor'. Como complemento indispensable al repertorio tocaron la granjera 'Vitamina D' que poco tuvo de versión, puesto que a la que su autor marca los tiempos sale como sale. Espontánea, contundente y por supuesto coreada por el público.
Un halo de misterio rodeaba la sala cuando después de sus buenos diez años salieron a escena Los Malditos, una de las bandas más potentes que ha dado la escena mallorquina si los sacas del mismo saco que a los Stones y a los añorados Cerebros Exprimidos. Se alargaron sus buenos tres cuartos de hora con una potencia y un sonido tan increíblemente preciso que es imposible que estos cuatro no estén ensayando a escondidas sus temas de siempre. Empujones en primera fila tanto para verlos como para bailar, donde todos olvidamos nuestra edad, nuestra supuesta vida formal y todas esas gilipolleces que te serán dadas por añadidura y que nos permitieron viajar a un tiempo en el que fuimos tan jóvenes como genuinamente espontáneos. Subieron tanto al público que Monse Maldito acabó entregando su Telecaster todavía vibrante a la multitud de brazos en alto. Demoledores.
A todo esto es de agradecer hoy en día entre grupo y grupo oír música de la época pinchada por Mario Xocolat, alias DJ Retroman, al que le hicimos una buena al quitarle todas las portadas de los vinilos para mostrarlas en la exposición. A base de post-its y fundas de plástico estuvo pinchando todos los hits locales de una generación creando un fabuloso túnel del tiempo que a los dos minutos se nos hizo habitual.
Suben al escenario La Isla, con Alberto Vizcaíno al frente, residente en Segovia ya hace varios años y que vino expresamente para la ocasión. Alardeando de haber ensayado solo una mañana sonaron francamente bien con una improvisación estupenda a la que se sumaron las voces de Adela Ferrer. Directos, frescos y divertidos, la gente se lo pasó en grande con ellos.
Y para finalizar, uno de los grandes grupos del que muchos tenemos la sensación que podían haber dado mucho más de sí en su época, El Primer Tercio. También con formación de circunstancias, sonaron totalmente eléctricos e intensos, en un espectacular cambio sin la voz femenina de Clara y sin guitarra acústica, en una actuación de la que brotaba auténticamente todo lo que en su día hubieran podido ofrecer y que quizá aquel contrato con DRO en un momento tan difícil acabó por cargarse.
Aunque esa es otra historia. Lo verdaderamente importante fue una noche absolutamente redonda y mágica en la que la música, las amistades, las copas y en absoluto la nostalgia demostraron que la creatividad de toda una época no puede tener más proyección que hacia el futuro. Ahora, a por los noventa que tambìén fueron nuestros.
(José Ramón Vázquez, Nuevaola80; Imagenes: José Luís Luna -Grupo Susie Q-)
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