Tras su breve paso por Zodiacs y un periodo de aprendizaje en solitario en el metro madrileño, el cantante de Getxo anda ya trabajando en su tercer disco en solitario, junto al productor José Nortes, en el que irán incluidas algunas de las canciones con las que el pasado martes 10 de abril nos deleitó en La Coctelera Sónica.
En esta ocasión, faltó a la cita uno de los barman principales, Carlos Rodríguez, embarcado en las mezclas del nuevo disco de su banda, Mamá, “Segundo Asalto”, pero Patacho, Iñigo y sus guitarras consiguieron llenar por completo el coqueto escenario de la sala Siroco Lounge.
El cóctel de esta noche comenzó con un “Blues hablado sobre el mayor fan de Bob Dylan del mundo”: “Bob hace cosas raras pero me temo que tiene un malvado hermano gemelo / ¿quieres decir que quizás fuese el que dio aquel concierto para el Papa en el Vaticano?”. Como pudimos comprobar seguidamente, los títulos cortos no son su especialidad. Se retrotrajo a sus trece años de edad para interpretar “Laura y las desventuras del joven Coppel”, donde el propio título de la canción ya deja entrever que la juventud no es fácil. “No sé qué le dije, ojalá lo recordara / sólo sé que su mano se estrelló en mi cara / volé por los aires y caí de culo / celebrando mi triunfo con disimulo / ella era hermosa, era malvada / siguió fumando como si nada”.
Seguidamente, recordó sus tiempos de trovador subterráneo. “Cuando tocaba en el metro una canción de los Burning, siempre caía alguna moneda”. En este caso, nadie se acercó a dejarle nada, seguramente porque se le olvidó dejar abierta la funda de la guitarra delante del escenario. Aquí echamos en falta a un invitado que estaba previsto que acudiera, Johnny Cifuentes, vocalista y teclista de Burning, que no pudo acudir por problemas de salud. La que sí acudió a la cita fue la “Balada para una viuda”.
Abandonó Patacho el escenario y su puesto fue tomado por el violinista Manu Clavijo que, junto a Coppel, dio vida a “Esto es lo que parece”, seguida por “Que hubieran estudiado”, esta vez sin otra compañía que su guitarra y su ironía: “Todos tus pretendientes se retuercen de rencor / dicen que estás siempre conmigo, que soy un acaparador./ Oiga, a mí qué me cuentan si no saben de amor / ¡Que hubieran estudiado como hice yo!”.
Y llegó la segunda versión de la noche, escrita por Sabino Méndez, “En las calles de Madrid”. Después de haber escuchado la interpretación de Iñigo, este tema está pidiendo a gritos una versión en plan balada. Ahí dejamos el guante para quien lo quiera recoger. Siguió con otra oda a la capital “Madrid para cuerdos y bienhechores”: “Extra, extra, entérate Madrid / he venido a quedarme y no me quiero ir / extra, extra, empieza a disparar / si no ves el suelo sabrás que he aprendido a bailar”. Cualquiera de estas dos canciones tendrían cabida perfectamente en la fiesta que prepara La Coctelera para el próximo 15 de mayo. Quién sabe si sonará alguna de ellas.
Se fueron los amigos y aparecieron los “enemigos”. Esta vez en singular, ya que el esperado Fino Oyonarte no llegó a tiempo. Subió al escenario el guitarrista Manolo Benítez para acompañar a Coppel en “Odio a los Nº 1”. Tremenda versión “Enemiga” cargada de blues y “mala leche”.
Como no podía ser de otra manera, la fiesta terminó con “Iñigo Coppel viaja a la Edad Media y acaba salvando su vida con el rock and roll”, seguida de “Johnny B. Goode” en las cuales no nos vamos a extender porque ya dimos buena cuenta de ellas en la crónica de la Fiesta de la Primavera en La Coctelera Sónica que podéis leer en esta misma web.
Nos gustaría terminar comentando que el zurdo de Getxo, aparte de su pasión por el blues y el rock and roll, no canta sus canciones, las cuenta. Larga vida al joven trovador Coppel.
Podeis ver vídeos, fotos y noticias de todos los conciertos en: http://www.facebook.com/LaCocteleraSonica
"La Coctelera Sónica", Sala Siroco (Sala Lounge), 10 de Abril 2012.
[Pedro Barranco y Mercedes González -foto- para Nuevaola80]
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