Foto: R. González, elmundo.es |
Aerolíneas Federales es uno de los grupos “marca” en el renacimiento musical español, gallego y vigués de los años 80. Sus orígenes están vinculados a muchos personajes históricos de la ciudad gallega, como Flechi, a muchos seguidores, a muchos bares y a muchos músicos que han pasado por el grupo. Hagamos un ejercicio sencillo. Veamos las diferentes momentos de Aerolíneas Federales en su larga historia y consideremos después qué Aerolineas han regresado en los conciertos que llevan ofreciendo desde hace aproximadamente un año y medio, desde que un fan latinoamericano los contratara para realizar un par de actuaciones en Perú.
Aerolíneas Federales tiene toda una primera etapa que abarcaría desde su fundación y las entradas y salidas de gente hasta la publicación de su primer disco, 'Aerolíneas Federales' producido por Enrique Martínez en los históricos estudios Doublewtronics. Este disco incluía “No me beses en los labios”, “No se ligar”, “Ahora soy feliz” o el indispensable “Soy una Punk” , canción que tan mal ha entendido la hispanista francesa Magali Dumousseau-Lesquer en su libro 'La Movida. Au Nom du père, des fils, et du todo vale'. La primera grabación del grupo ya contaba con Silvino Díaz, Coral Alonso, Rosa y Miguel Costas y Luis Santamaria. Supuso, además, un pequeño empuje para la consolidación de una música que buscaba una autonomía del arte respecto de la situación política, vinculándose a motivaciones más hedonistas.
Después del éxito de su primera propuesta, Aerolíneas Federales, la reforzaron con una época muy fértil y creativa, concretada en dos discos “Hop hop” y “Tomando tierra”, con producciones preciosistas, muy efectivas y menos guitarreras, de Enrique Martínez y Servando Carballar, donde destaca la plástica artística de ambas portadas. Por un lado la de José "Pepo" Fuentes para Hop Hop, muy pop art y warholiana, y la muy surrealista de “Tomando tierra”. En esos dos discos, Miguel Costas y también Silvino Díaz (mucho menos) firman textos y melodías de gran mérito: “hop hop” con unos teclados inmejorables (Pablo Novoa), la melancólica “Por ti”, la socarrona “Oh que pena me das”, la oscura e inmensa “Látigo Negro”, una canción que requiere análisis aparte por su letra y por la brillantez instrumental. Para cerrar estaban las versiones “Y mi chica dijo sí” y “Mi video no tiene mando a distancia”. “Tomando Tierra” incluía la imprescindible “Tú al monte, yo al mar” canción que se convierte en un éxito de verano en el año 88, y toda una serie de temas que son éxitos en potencia: “Lejos del mar”, “Sex simbol”, “Soy un bollito”, “Alicia”, la brillante “Te echo de menos” y la filosófica “yo soy yo”. Textos cargados de dobles sentidos, del juego del amor, de esas épocas difíciles que son explicadas por Costas y compañía con gran acierto.
Esta segunda época la cierran con una ruptura estética y de sonido. La estética pop de vaqueros, camisetas y ropa casual da paso a ropa de “moderno”, negra para los chicos y colores más atrevidos y seductores para las chicas, que son portadoras de un nuevo vocabulario de carácter más sexual y atrevido. La producción preciosista, llena de teclados y estética da paso a un sonido más ramoniano, que es en buena medida un regreso al principio del grupo y una adecuación a lo que está sucediendo en ese momento en el pop español con Los Romeos,y otros grupos de la órbita de Paco Trinidad (Gatos Locos, Los Espontáneos, etc.). En ese contexto será primero el disco “Échame sifón” donde Miguel Costas escribe textos sorprendentes como “tú volarás” y se destapan Silvino Díaz y Luis Santamarina como pareja compositora, especialmente en “Mucho whisky y rock'n'roll” y “Lárgate”. El disco es producido por Costas en un ejercicio de buscar un sonido básico y directo, sin acolchamientos. El segundo de los discos es “Una o ninguna” donde con un sonido más maduro y con composiciones esencialmente de Silvino Díaz (“Asesiné a mi novio”, “No sigas mi camino”, “Bésame”, “Voy a cantar”) y con la perla del disco que era “Otro Domingo” (M. Costas) logran en una producción colegiada por el propio grupo con la ayuda de Rodrigo Silva ofrecer un resultado muy meritorio para despedir su carrera discográfica. El “dudua” y el colectivismo vocal había dado paso a guitarras rocosas y las voces de los chicos habían dejado a las chicas con todo el protagonismo (ya con Silvia Superestar).
El cuarto momento de Aerolíneas Federales fue todo el relacionado con el llamado Xabarín Club de la Televisión de Galicia, que nació bajo la pluma de Alberto Casal y que dio pie a toda una serie de colaboraciones de muchos grupos gallegos en los años 90 en los años en que allí se desarrollaba el llamado “Rock Brabú”. Aerolíneas Federales es así conocido por mucha gente joven que al calor de los dibujos animados van masticando canciones de los vigueses.
Expresados los cuatro momentos de Aerolíneas, veamos qué ha regresado. Lo primero que hay que señalar es que las causas del regreso de los vigueses no son unívocas. La especial situación de Miguel Costas, la limitada disponibilidad de Silvino Díaz y Luis Santamarina, el alejamiento musical de Rosa Costas y Coral Alonso eran circunstancias que hacían pensar en una improbable reunión. Como hemos dicho, la llamada de un fan latinoamericano posibilitó el retorno en clave de vacaciones. Ese tiempo de asueto fue dando espacio a que buscando momentos de todos ellos pudieran hacer conciertos de vez en cuando sin mayor pretensión que la de tocar y pasarlo bien, que ha sido siempre el principio rector del grupo. Por tanto, la esencia de la vuelta es la profundización en el concepto de música que habían expresado en su época, buscando el bienestar del espectador y construyendo todo un mundo pop que había partido desde los años 80 en España y que había sido interrumpido en esencia durante unos años. Pocos grupos habían seguido la idea de Aerolineas de construir un discurso musical asociado a una estética que ayudara a evadirse, a dar rienda suelta a todo un espíritu bretoniano donde el inconsciente ayuda a complementar lo racional. El amor, el sexo, la provocación, el existencialismo, el surrealismo, la socarronería, lo pop, lo punk, la seriedad, son elementos de esta vuelta, al igual que lo fueron en su momento de vida.
A nivel estético se emparentan con la última época, donde las camisetas de Aerolíneas Federales siguen siendo uniforme del grupo, aparte las chicas, claro, que siguen dando muestras de la importancia de la moda, la innovación y los secretos de mujeres en las actuaciones. El público es un poco el de siempre, un poco mayor algunos y algunas nuevas incorporaciones pero en general todos comprometidos con el grupo. El espíritu sigue siendo la diversión, el disfrute del momento y admirar a las chicas y a los chicos. Y el discurso en el que se insertan los vigueses es en el de un nuevo relato de la música gallega alejado del ofrecido por los relatores oficiales de la movida viguesa, como Julián Hernández o Antón Reixa, quienes han sido albaceas equivocados de las explicaciones de lo que sucedió en Vigo y en Galicia durante todos los años 80. Aerolíneas es ejemplo que desde otros parámetros artísticos y otras tradiciones musicales se pudo llegar a construir un relato alejado de los grandes personajes e insertado en la esencialidad de Vigo, de la participación de la gente y de la diversión y la autonomía artística.
En cuanto a lo musical, han regresado los Aerolíneas que ellos creen que son, que no son los mismos que creemos algunos observadores. Esa es la riqueza de la vuelta. El concepto de “Aerolíneas Federales” lo han pulsado sobre el primer disco, es decir, el primer momento, y sobre el último momento, el relacionado con la TVG. Así es como se ven Aerolíneas en este momento y lo que creen que más nos ha llegado al resto. Los conciertos han estado preñados de esos momentos, aunque han incluido canciones de otras épocas, pero la esencia es esa. El sonido es también de la primera época mezclado con el de la tercera. Esos son, en definitiva, los Aerolíneas Federales que han vuelto: guitarras contundentes, buenas performances en el escenario y ganas de pasarlo bien. Dejar fuera a canciones como “Hop Hop”, “Tú al monte yo al mar”, “Sex simbol”, “Soy un bollito”, “Alicia”, “Frente al Mar”, “La loncha”, “Te hecho de menos”, “Por ti”, es una apuesta que se irá corrigiendo a lo largo de los conciertos que vendrán. En algunos ámbitos se habla de un posible disco inédito, pero…. Quién buscará el resto? ,Quién recordará las historias sobre el mar?, Quién hará que esto tenga sentido?, Quién intentará construir otro lugar?, Quien cojones se atreverá a decir esto? , y quién coño se lo hará llegar?
[Pascual Roel. Nuevaola80 Vigo]
Ya que el artículo está escrito en español ¿podría poner el articuista el signo de interrogación al comienzo de las frases interrogativas?
ResponderEliminarGracias
En gallego no se usa el signo de interrogación al comienzo de la frase, siendo el articulista gallego, supongo ya que el artículo está firmado en Vigo, será influencia de un idioma sobre el otro.
EliminarYa que el primer comentarista es tan meticuloso, ¿podría corregir su escrito y escribir bien la palabra "articulista"?
ResponderEliminarGracias
Por otra parte, para nosotros es "castellano", no "español"
que en gallego no se utiliza el signo de interrogación al principio?, debimos estudiar en distintos coles macho...
ResponderEliminarAhí lo tienes. Como ves al final pone que "se puede usar".
Eliminarhttp://gl.wikipedia.org/wiki/Normativa_oficial_do_galego_-_Os_signos_de_interrogaci%C3%B3n_e_de_admiraci%C3%B3n
Saludos.
Me parece surrealista que se esté discutiendo sobre los signos de interrogación, debe ser que no tenéis ni puta idea de la trayectoria de aerolíneas
ResponderEliminar¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Y no no tengo NPI de la trayectoría de Aerolineas más allá de que me gustan algunos discos suyos.
ResponderEliminarhttp://lemuriamusic.com/tienda/index.php?cPath=46&osCsid=42c596d531d5a849786ef2aa4df4a7fa
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