Periodista, escritor, historiador, locutor de radio. El es Rafa Álvarez Balbuena, amigo y colaborador de este portal. Pero sobre todo era AMIGO DEL ALMA del gran Jorge Ilegal, recientemente fallecido. Además de firmar el enciclopédico y, no por ello, menos indispensable 'No somos nadie. Crónica de pop-rock en Asturias (1979-1990)' , Rafa Balbuena (Avilés, 1974) ha sido redactor en varios diarios como El Comercio, La Voz de Avilés o El Nora, entre otros, y ha formado parte de la revista Atlántida XXII. En la actualidad es locutor de RPA (Radio del Principado de Asturias) y dirige la publicación Cantábrica. Su última obra literaria ha sido 'Pídemelo todo menos sex(s)o'. Trasladamos el artículo que Rafa ha escrito para La Nueva España en un enmarcable recuerdo cronológico a Jorge que titula "Recuerdos destellantes de una amistad de ley":
"Persona y personaje polifacético, Jorge Ilegal era tan de una pieza como contradictorio. El niño eterno dentro de un adulto arisco; el maestro sabio que pervive en un escolar gamberro; el contrincante corrosivo y el amigo protector; el músico cercano y la celebridad inalcanzable. Todo el mundo tiene alguna anécdota con él, y es difícil escoger una sola. Aquí van algunas -pocas- de las muchas que viví con él en los últimos 40 años.
1983. Gijón, plaza mayor. De casualidad, asisto a una de las primeras encarnaciones de Ilegales en directo, y en mi candidez infantil pregunto quiénes son. “Unos gamberros”, responde mi padre. Él no podía imaginar -yo, aún menos- que aquel larguirucho al micrófono era hijo de don Severino Martínez, amigo íntimo de los tíos de mi padre y célebre secretario judicial de Avilés en la época en que la villa despegaba con la llegada de Ensidesa. El mundo es un pañuelo, hoy y entonces.
1986. En una pared cualquiera contemplo, sorprendido, un cartel con un ángel y un demonio peleándose sobre una esquela, anunciando un concierto de Ilegales y Semen Up en Gijón. El pop y el rock están por todas partes y Jorge Martínez es un personaje público, sobre todo por sus exabruptos dentro y fuera de escena. Un gamberro, sí, pero enseguida va a aflorar lo que lleva restallando años bajo la superficie: Juvenal, Quevedo, Charlie Christian, Jobim, Robert Mappeltorphe… el futuro que asoma va a ser tan esplendoroso como, a veces, incomprendido.
1987. TVE. Ilegales aparecen constantemente en televisión. Todos ven el programa de Miguel Ríos donde Jorge lanza su célebre exabrupto de “si no le gusta mi careto…”. Otros pocos menos le vemos en Panorama Regional, entrevistado por ¡Jerónimo Granda! Rompe más esquemas explicando detalladamente, con voz suave y rozando la timidez, la forma en que grababan los grupos de rock en los 60, en cuatro pistas con previos analógicos y amplificadores de válvulas. La persona aflora y desde mis 13 años intuyo que es más sorprendente aún que el personaje excesivo que toca la guitarra.
1994. Oviedo. En un bar de la Cuesta de la Vega, un amigo común nos presenta. Le invito a que se pase por mi programa de radio. “Bien, muy bien, me interesan mucho las radios libres”. Primera entrevista, impagable: vendrán muchas más con los años. También la primera visita a su casa en General Elorza, para que me arregle una guitarra Telecaster. Le hace la soldadura en el baño, encima de una lavadora con más ropa de la que cabe dentro. “Cuídala, hoy es una guitarra nueva pero con el tiempo será antigua”. La guitarra sigue hoy conmigo y sigue sonando bien. Me adelanta un proyecto: “Estoy preparando una orquesta de baile, con boleros, tangos, joropos y la hostia: nos llamaremos ‘Los Magníficos’ y va a sorprender”. Tardó 18 años, pero lo hizo. Y muy bien, por cierto.
1999. Mi padre con buen tino, me invita a irme de casa una temporada, para espabilar una adolescencia que ya dura más de lo debido. Vivo en Oviedo, en un piso de estudiantes, a dos pasos del piso de Jorge. Allí me da cuartel y me invita muchas tardes a comer su receta de garbanzos -que aborrezco- y me muestra una nueva maqueta. Un tema que dice “La noche en que mi padre me echó de casa…”. Vivencias que comparte y que, como si fuera un hermano mayor, acompaña de consejos y serenidad. La canción se titula “El héroe de los gatos”, saldrá en su disco de 2003.
2005. Autobús Alsa Oviedo-Avilés. Lunes a mediodía, varios individuos se suben al autobús con pinta de no haber dormido en varios días. Uno de ellos, grande, con una visera y unos pantalones fuera de talla, se sienta tambaleándose en asiento de al lado. Se duerme de inmediato. Durante el trayecto su cabeza cae sobre mi hombro varias veces. Mosqueo continuo. Tímidamente le advierto, pero no recibe. Al rato, bajo la gorra, distingo una cara conocida, con barba de varios días. “¡Coño, Jorge!”. Abre los ojos, me mira pero no me ve, y se duerme de nuevo. Me bajo en Avilés. El autobús sigue ruta hasta Navia. A saber donde se bajarían.
Días después, en un local nocturno de Fomento, Gijón. Un individuo malecarado y de ademanes alterados entra en los baños con ganas de pelea y urgencia por aliviar la vejiga. Sin miramientos, el tipo empieza a orinar sobre algunos de los presentes. Uno de ellos, alto, sin un pelo en la cabeza, se vuelve y le asesta un derechazo a la nariz. El mamarracho cae al suelo, donde sigue meándose encima. Aturdido, unos segundos después se levanta y sale corriendo. Silencio tenso, que rompe la voz atronadora de quien ha puesto las cosas en su sitio: “¡Cuánto memo suelto por la noche!”. Jorge Martínez ha hablado.
2007. Oviedo. Presentamos mi libro “No se salva nadie” en una fiesta en la Santa Sebe. Para el CD que acompaña el tomo, me ha regalado una versión en directo de “Delincuente habitual” que no sale en ningún otro disco. Una rareza por la que jamás pidió un céntimo de royalties ni de ventas. Generoso, siempre.
2008. Madrid. Tienda de discos La Metralleta. “¡Hombre, Rafita, tú por aquí”! Me cuenta un montón de cosas mientras apila unos discos rarísimos que va a llevarse: mucho rock de los 60 y 70, algo de jazz fusión y música de Nueva Orleans. La mitad no los recuerdo, pero sí un disco de rarezas de los Beatles, en vinilo de color azul. “¡Qué mal tocaban a veces, pero eran cojonudos!”, dice riéndose al salir por la puerta.
2010. Otra visita a su casa. Me vuelve a regalar un puñado de CD’s y yo le llevo un DVD con el documental de su querido Oscar Alemán, jazz argentino. Es tarde y un vecino golpea la pared, molesto por el ruido. “Tranquilo, en diez minutos se duermen y podemos subir el volumen”. Le muestro un video de Stochelo Rosenberg, guitarra excepcional de la escuela manouche. “Es horrible”, sentencia mientras le vemos tocar “How high the moon”. Horas después me voy, es noche cerrada. Le dejo rasgueando unas notas con la acústica: juraría que es la misma pieza que tocaba Rosenberg antes en el video.
2012. Oviedo, bar de la calle Oscura. Quedamos y le cuento que voy a ser padre. Me abraza efusivo y le dice a su novia: “Mira, María Elena ¿te acuerdas de cuando tú y yo éramos así, tan jóvenes?”. Anticlímax: se palpa una tensión súbita, como un abismo que se abre de golpe. Deja de mirar al vacío, se recompone y me da consejos: “Tío, debes adelgazar, mi manager tuvo un infarto por culpa de ese sobrepeso. Tienes que hacer ejercicio, andar, comer poco…”. Yo entonces pesaba 110 kilos. Hoy rondo los 82 (que ya son). Sí que se escarmienta en cabeza ajena.
2025, marzo. Ilegales publican el álbum “Joven y arrogante” cuyo single “El face”, un tema luminoso que parece un compendio sonoro y narrativo de la vida entera de muchas personas que conocemos. Quizá la suya propia. Se lo digo y responde con un entusiasmo contagioso: “¡Me encanta que te guste esa canción!”.
2025, diciembre. Muere Jorge, de un cáncer inoperable, como mi padre. También en tres meses del diagnóstico, como mi padre. Quedaba mucho por hacer y vivir; pero ha sido tanto lo aprendido de él que, junto a esa pena enorme, siento gratitud infinita. “Abatidos pero erguidos, seguimos”, solía decir. Como casi siempre, tenía razón."
[Redacción Nuevaola80. Rafa A. Balbuena/Pedro J. Pérez]

No hay comentarios:
Publicar un comentario