En palabras de Francisco Umbral, “la posmodernidad es le gratin gratiné de la movida. La movida de oro. La movida que se mueve por arriba. La posmodernidad es la movida cultural, mientras que el resto es la movida municipal. La posmodernidad justifica la movida, la explica, la redime. La posmodernidad es anterior a la movida en cuanto que nace, mediados los sesenta, con los nuevos filósofos españoles, como Savater”.
La presente exposición trata de mostrarnos, a través de algunos de los protagonistas de ese momento, el panorama amplio y versátil existente a través de distintas creaciones artísticas (pintura, escultura, fotografía, moda…) destacables de aquellos años. Este corpus se convierte en una prueba de cómo en los años ochenta no hay ninguna corriente clara que aglutine a los creadores dentro de un único estilo, y nos permite acercarnos a ese periodo definitivo para el arte contemporáneo español. Exposición comisariada por María Toral está dividida en diferentes apartados conceptuales.
Cuando la dictadura franquista agotaba sus últimos años, un grupo de pintores como se revolvió contra las convenciones estéticas de la época y derramó color y trazos gruesos sobre lienzos empapados de influencias estéticas de la cultura pop y del cómic. El grupo formado por artistas como Carlos Alcolea, Chema Cobo, Luis Gordillo, Guillermo Pérez Villalta, Manolo Quejido, entre otros, recibió el nombre de “Esquizos” ya que era así como les denominaban los pintores del grupo barcelonés Trama. Este nombre se debe a su empeño por dedicarse a la pintura figurativa en un momento en el que la abstracción, las performances y los nuevos lenguajes dominaban el arte, iniciando así lo que se conoce como La Nueva Figuración Madrileña.
Trabajaron vinculados desde 1970, últimos años del franquismo, hasta 1985, en la Transición Democrática, inmersos en la explosión cultural, conocida como La Movida madrileña que experimentó la capital española. A base de experimentar y recrear sus propias vivencias y contradicciones, abrieron una brecha expresiva por la que se acabó abriendo paso la efervescencia cultural de los ochenta. Sus obras, cultas e irónicas, se caracterizan por romper las fronteras entre la cultura de elite y la cultura popular aunando elementos antagónicos, como la clara influencia de Duchamp y el interés en la pintura como disciplina, atendiendo al color, el dibujo y la técnica.
Los artistas que protagonizan esta década son jóvenes y vitales, dispuestos a luchar contra el orden establecido y a revitalizar el panorama artístico. La variedad de estilos es clave, distinguimos entre la abstracción analítica, la neo abstracción o la nueva figuración con sus perspectivas utilizadas de un modo clásico, además de la abstracción mística y la nueva figuración expresionista.
Esta es una de las décadas fundamentales en el arte español, por fin los creadores desarrollan todos los estilos deseados sin atenerse a una sola corriente especifica.
La riqueza de esta exposición radica en mostrarnos ese panorama amplio y versátil a través de las creaciones artísticas (pintura, escultura, fotografía, moda…) con nombres como Miquel Barceló, Jaume Plensa, Ouka Leele, Agatha Ruiz de la Prada, Juan Muñoz, Ceesepe, El Hortelano, Luis Gordillo, Miguel Trillo,Menchu Lamas,Juan Ugalde, Patricia Gadea, Costus…
Esta muestra es una prueba de cómo en los años ochenta no hay ninguna tendencia clara que aglutine a los artistas dentro de un único estilo y nos permite acercarnos a ese periodo definitivo para el arte contemporáneo de nuestro país. Estamos ante una selección de obras que son la memoria de la complejidad y de la variedad de la creación artística de una de las épocas más fecundas y polifacéticas del siglo pasado.
Del 16 de febrero al 30 de junio en la Sala A del CEART de Fuenlabrada..
[Fuente: ceartfuenlabrada.es]
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