No es que no sepa lo que hay contar en la crónica de un concierto, eso no es difícil; un listado de canciones, una mención a los músicos, un comentario sobre el sonido y una opinión sobre la sala bastarían. Pero no ese no es el caso, lo importante en el concierto homenaje a nuestro Juan fueron (son) las emociones, los recuerdos, la camaradería, la amistad... en fin todas esas cosas intangibles que no creo que esté capacitado para transmitir con palabras a los que leáis esta reseña.
Pasadas ya algo más de dos semanas por fin consigo ver y escuchar el vídeo de "Pero a tu lado" cantado por todos sin que se me llenen los ojos de lágrimas y me doy cuenta de que, una vez más, una imagen valdrá más que mil palabras. Ese canción compuesta en 1995 por Enrique Urquijo resume a la perfección la comunión y la hermandad conseguida entre los que allí estuvimos y que nos sentimos familia gracias al recuerdo de la figura de Juan.
Así que me voy a la parte fácil y para la difícil quedará el vídeo que podéis ver una vez que terminéis de leer estos párrafos....
No había mejor, ni otra, manera de recordar a Juan Ramos que no fuera con música, siempre presente en su vida y que fue el nexo que hizo que Juan llegará a la vida de muchos de los presentes en el Elefante Blanco (y que desde ese día también nos unió entre nosotros). A pesar de las más de dos docenas de músicos que fuimos subiendo y bajando del escenario, de estar el concierto dividido en dos partes (acústica y eléctrica) y de la gran cantidad de temas que componían el listado, todo se desarrolló de un modo fluido, como si de una única banda se tratase, así que al final, cuando se apagaron los ecos de los últimos acordes, las dos horas largas de concierto se habían pasado en un suspiro, sin que nos diésemos ni cuenta.
El "set list" que se escogido se basó en las favoritas del homenajeado, sobre todo en el amplio cancionero de Los Secretos, auténtica debilidad de un enriquista confeso como era Juan, pero dio tiempo también a repasar temas de Loquillo, El Último de la Fila, La Frontera, Los Modelos, Nacha Pop, Burning, Antonio Vega, Mamá, Los Ronaldos o el "Wish You Were Here" de Pink Floyd con el que se abrió el concierto dejando claro el motivo por el que estábamos allí. Mención especial, y aparte, para "Pasos en la inmensidad" dedicada a Juan y compuesta por José Carlos Moro, su compañero en Tos Secret. Todo ello envuelto en un sonido perfecto a pesar de la dificultad que supuso para el técnico el constante trasiego de participantes y la cantidad de instrumentos que se utilizaron (así a bote pronto y además de las habituales guitarras eléctricas y acústicas; bajo; tres distintos al menos; batería y teclados... un cajón, un violín, una trompeta y un acordeón). A ello colaboró la buena acústica de la sala en la que, por cierto, se colgó el cartel de "no hay billetes".
En fin, una noche para la que me atrevo a asegurar quedará grabada en la memoria de todos los que tuvimos la suerte de estar allí. Agradecer, una vez más, todo el trabajo que se metieron entre pecho y espalda los organizadores del evento, creo que su esfuerzo y entrega se vieron recompensados con el resultado final. Muchos encuentros y reencuentros entre viejos y nuevos amigos, muchas charlas, muchas anécdotas que no habrían sido posibles sin su tesón.
Aunque pueda parecer mentira hace 11 días que empecé a escribir... y borro, y corrijo, y vuelvo a escribir para volver a borrar y volver a corregir... Esto podría ser eterno, seguro que quede como quede esta reseña no me va a parecer nunca lo suficientemente buena ni representativa de aquella jornada del 11 de noviembre. Voy a dejarlo ya... Como dije antes una imagen valdrá más que toda mi palabrería junta, así que ahí queda el vídeo prometido de "Pero a tu lado" para dar fe (que diría un notario) y que puede serviros de inicio a un recorrido por el concierto completo que se puede encontrar en ese mismo canal.
Se te echa de menos Juan.
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