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10 abr 2020

Rockuerdo Nuevaola80: Pistones. Persecución en caída libre

No sé si una tesis doctoral podría explicar por qué Pistones no figuran con letras de oro en todas las enciclopedias del pop español cuando fueron un grupo venerado en su época tanto por crítica como por público y, a la sazón, sean recordados más por una sola canción que por el global de su discografía, siendo (casi) considerado como grupo de culto cuando su propuesta no era, ni mucho menos, ajena a la simpleza pop de otros grupos coetáneos que han tenido una carrera más longeva y reconocida. Lo tenían todo, excelentes canciones, muy buen directo y dos músicos carismáticos (el cantante Ricardo Chirinos y el bajista Ambite), el apoyo, como decía, de los medios y sin embargo ...

Antes de la publicación de este disco, ya habían dado muestra de su talento en un puñado de singles y maxis editados a través de la independiente MR (creada por el productor Paco Martín) que, a decir verdad y debido a la nefasta producción, sonaban realmente mal y en modo alguno hacían justicia a composiciones tan brillantes como "Voces", "Las siete menos cuarto", "Nadie", "Los Ramones" o la excelsa "Metadona", una de las mejores canciones de la denominada movida madrileña.

Para la grabación de este "Persecución" la elección para las labores de producción no puede ser más acertada: nada más y nada menos que Ariel Rot que, por aquel entonces, andaba desocupado tras la disolución de Tequila. Ariel, no sólo le da un concepto más fresco y power pop al disco mejorando ostensible el sonido, sino que consigue con gran habilidad colocarlos, a pesar de la condena de los fans más recalcitrantes que no aceptaron de buen grado la jugada, en las pistas de baile y en las radios comerciales mediante quizá la canción más comercial de la carrera del grupo, tendente al baile y, a la larga, el mayor éxito en la carrera de Pistones, la archiconocida "El pistolero" que fue publicada tanto en single como maxi.

Pero el larga duración es mucho más que esa canción, es un ramillete excepcional de temas empezando por la versión remozada de la citada "Metadona" y siguiendo por "Lo que quieras oir", "Galaxia", la también regrabada "Nadie" o "Flores condenadas". El éxito es arrollador y, desde luego, nada hacía presagiar el posterior devenir de la formación.

A partir de ahí, la debacle por todos conocida, tanto el siguiente lp (todavía con Ariola que había absorbido a MR) como los dos posteriores, cada uno con una discográfica diferente, pasan, sin razón aparente porque están repletos de buenas canciones ("Qué el sol te de", "Amiga Lola", "Cien veces no", "Caravanas al sur" ...) totalmente desapercibidos, la crítica especializada de las FM´s dejan de apoyarlos implicitamente, el público les da la espalda y el grupo, hastiado, tira la toalla para, hace unos años, reaparecer con cierto éxito en las actuaciones que llevaron a cabo.

Una pena que tan espléndido disco no se haya visto compensado, como decía al principio, con una trayectoria en consonancia pero a veces, sin entrar en valorar cualquier otra circunstancia ignota, la música está sometida a los rigores del capricho y el azar y Pistones es la prueba fehaciente de ello.



[Redacción Nuevaola80. Aurelio Sánchez]

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