"Dieron un puñetazo sobre la mesa al radicalizar su propuesta y cantar en euskera con aquella propuesta que llamaron euskalbilly", enfatizó ayer a DEIA Roberto Moso, cantante de los históricos y todavía en activo Zarama. El periodista musical Pablo Cabeza destacó a este diario "su descaro en escena", bajo la "profunda tristeza" que le entró tras conocer la mala noticia. El encargado de las discográfica Elkar, Anjel Valdés, le denominó como "la impulsora de la idea femenina de aquellos años 80".
También conocida en la movida musical como Lu o como Lulú, la guipuzcoana nació el 15 de diciembre de 1960 y su voz se perdía el pasado sábado recién cumplidos sus jóvenes 52 años. La despedida civil a su persona se realizó el domingo. Sus familiares y amigos lanzaron sus cenizas al mar en el camino entre Zarautz y Getaria a la altura del mirador del túnel existente a pie de carretera. Entre ellos, el músico de Irún, Fermín Muguruza, lamentó la muerte de la zarauztarra a través de una red social: "Agur Lu. Nire miresmen osoarekin. Zure bidea kantu egingo dugu" (Agur, Lu. Con toda mi admiración. Tu camino haremos canción), le dedicó en su perfil de Facebook.
Fue en 1985, a la edad de 25 años, cuando la cantante transformó su primera banda de punk del momento en OK Korral. En esta nueva formación se decantaron por las influencias del psicobilly, el garaje, el sonido y estética country e, incluso, las guitarras surf.
Primero lideró a Los Humedecidos, luego encabezó OK Corral y también colaboró con La Lagartas.
El primer disco de los dos que firmó la banda durante su trayectoria se fraguó en 1986 y lo editó la discográfica Elkar. El álbum incluyó una canción que también formó parte del histórico recopilatorio, 'Bat, bi, hiru… hamar!' publicado por el décimo aniversario del diario Egin. Fue en 1987. El disco incluía versiones de Link Wray y Sam The Sham y un instrumental original.
El sello Elkar también les editó 'Beti gogor, beti mozkor' en 1988, rodaja de vinilo en la que volvieron a rendir homenaje sonoro a Link Wray, además de a The Stranglers. Los componentes del grupo continuarían sus trayectorias en otras formaciones como fueron Lusty Men, Labanak o The Covers. El título del disco tuvo una curiosa traducción realizada por un especialista del sonido rockabilly que en vez de descifrarlo en su web como Siempre duros de pelar, siempre borrachos, aseguró que 'Beti gogor, beti mozkor' era 'Betty es gogó, pero Betty es morcona'.
Lou Olangua también aportó actitud en otras formaciones como Las Lagartas, banda en la que tocaba la guitarra Arturo Ibáñez. Como curiosidad existe otro grupo llamado OK Corral de sonido country y liderado también por una mujer en León, así como una formación japonesa. En la banda vasca, Lou Olangua estuvo secundada por otra chica a la batería llamada Eva; por Ulazia, a la guitarra, y por Goiko, al bajo.
Roberto Moso lamenta el fallecimiento de una mujer con la que compartió escenarios en noches de diversión. "Tras muchos años sin verle, coincidí con ella en una exposición de Mariví Ibarrola y la vi muy cambiada. Era una tía muy vital, encantadora en el trato. Cada uno de sus conciertos, de los OK Korral, era una juerga", concluye el cantante de Zarama.
Pablo Cabeza comunicó su penar ante el fallecimiento de su amiga: "Destacaría su descaro en escena, su punto rupturista respecto a las demás mujeres de entonces sobre el escenario, por su estética y actitud. Estuve con ella en un concierto en el Antzoki y hablamos de rock, de páginas webs… y mira, ha sido un desenlace imprevisible", siente.
Anjel Valdés hace una llamada a contextualizar su momento en los años 80, cuando una chica se ponía al frente de un grupo de punk y luego euskalbilly. "Aquello era innovación como impulsora de la idea femenina, de su forma de presentarse y cantar, así como de concebir la música, su rockabilly, el country… Lo hacía desde una forma particular de ser, de su pueblo, Zarautz", explica el de la discográfica Elkar. A juicio del excomponente de M-Ak o Tumbaíto, Lou aportó a la escena del momento una música desde el "punto de vista femenino, más emocional que el de un hombre ante el micrófono. La parte femenina, el yin, es lo más emocional e intuitivo", concluye lamentando la pérdida de una mujer con una forma de ser "muy abierta", única.
[Fuente: I. Gorriti, deia.com]
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