Más de una década sin noticias de Ross era demasiado tiempo. Desde el espléndido 'Rossland' (Sandwich, 2001), sin material nuevo que mostrar. Por el camino, con una única canción inédita, apareció el recopilatorio 'A collection for enemies and friends' (Perdición, 2008), además de varios proyectos paralelos (Rumor, La Momia Que Habla…) y un sinfín de colaboraciones con otros grupos y artistas murcianos. Y ahora, cuando todo parecía perdido, vuelve Juan Antonio. En cierto modo, siempre fue él, quien movió los hilos de la banda. Ha cambiado el inglés por el castellano, pero sigue con la misma querencia por el pop más luminoso de los 60 y los 70. Esas influencias que siempre han estado ahí y que tan bien ha sabido llevar a su terreno.
Posiblemente, la mejor muestra de esto se llame 'Cometa'; el corte que abre 'Durante el fin del mundo', un cruce mágico entre los Beatles del 'Sgt. Pepper’s' y los Beach Boys del 'Pet Sounds'. No menos asombroso que el viaje alucinógeno a la Costa Oeste americana de 'Laberintos', los universos oníricos de 'Fiebre' e 'Imaginación', la irresistible 'Magia' o la contagiosa 'As'. Por otro lado, 'Espiral' y 'Single' demuestran que no hay porqué temer a la electrónica, siempre que se tenga una buena melodía. Y, por si fuera poco, observamos coqueteos folk ('Balibrea') y hasta jazzísticos ('Música de jazz').
Un regreso con mayúsculas. Un ejercicio admirable de introspección y resistencia a la nostalgia. ¡Un disco POP-tentoso!
[Fuente: silbato.net]
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