El libro ‘Toledo. Cinco décadas de música rock’ (Rafael Escobar, Ediciones Covarrubias, 2010) recoge, a lo largo de sus más de 200 páginas, la historia musical de la ciudad de Toledo desde los años sesenta, con la aparición de los primeros grupos de rock, hasta la actualidad, donde se dan cita la más variopinta multitud de grupos y estilos.
Un paseo por cinco décadas de música rock, en el que el lector descubrirá la trayectoria de más de 100 grupos surgidos en la ciudad y conocerá, a través de interesantes comentarios y una gran cantidad de fotografías originales, el momento cultural y musical que les tocó vivir a cada uno de ellos.
Desde la aparición del rock & roll a finales de los cincuenta, la música en Toledo ha evolucionado a la par que en el resto del país. En las primeras décadas, con años de retraso frente al resto del mundo, pero actualmente, gracias al avance cultural y al desarrollo tecnológico, situándose al mismo nivel que otros muchos países y exportando su música fuera de nuestras fronteras.
En la década de los sesenta, decenas de conjuntos de música pop emergen en Toledo, aunque la mayoría tiene una existencia efímera por culpa del Servicio Militar, por la juventud e inexperiencia de sus miembros o por la falta de medios económicos para mejorar sus rudimentarios equipos de sonido; pero alimentados por una gran ilusión resurgían con nuevos nombres y sobrevivían gracias a las actuaciones en directo, convertidos en orquestas de baile que amenizaban las fiestas populares durante la época estival o en cines y teatros que al caer la noche se convertían en pistas de baile. Conjuntos como Los Imperiales, Los Frec, Los Stéreos, Los Dalton, Los Grecos, etc., iniciaron este largo recorrido.
La década siguiente trae una nueva fórmula para abrirse camino en el mundo del rock. Los grupos, enmascarados tras una orquesta de baile, generalmente con una vocalista femenina al frente, van introduciendo poco a poco en su repertorio potentes versiones de temas estándar del rock que viene de más allá de nuestras fronteras. El grupo May es todo un referente en la música toledana, aunque compartiendo cartel con otros conjuntos como Simetría, Impacto, Merlín, Niebla, etc.
En los años ochenta hacen su aparición las primeras compañías independientes y una de ellas se fija en un nuevo grupo toledano, El Pecho de Andy, y les propone la grabación de un Lp y una fuerte promoción a todos los niveles. Se convierten así en el primer grupo que conquista el mercado nacional. En esta época comparten escenario con otras bandas como Boreal, Subterráneo, Alambrada, Cuatrocientos Golpes, etc.
La década de los noventa trae consigo nuevas tecnologías; comienza la era digital, el vinilo deja paso al Compact-disc y grupos como De Pinnic, Cristales Rotos o Humo Sapiens ven plasmados sus trabajos en este nuevo formato. Sin embargo, un grupo va a romper todas las barreras locales y no sólo triunfará más allá de la ciudad, sino también más allá de nuestro país. Esto ocurre en los primeros años del milenio, cuando sale a escena The Sunday Drivers, un conjunto joven con un sonido diferente y muy particular, que conquista el mercado europeo en poco tiempo.
El lector encontrará, en fin, un libro que se convierte en un homenaje a los pioneros del rock en Toledo, y de todos aquellos que después, y durante cinco décadas, han acompañado con su música la vida de varias generaciones de toledanos.
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