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19 feb 2010

'Málaga y la Nueva Ola: música y vida nocturna 1979-1985', por José Luis Cabrera y Lutz Petry

A finales de la década de los 70 y comienzos de los 80 la cultura española sufrió una profunda convulsión. La llegada de la democracia y el acercamiento a todos los movimientos sociales y artísticos procedentes del Reino Unido y Estados Unidos supuso un cambio importante de mentalidad. El movimiento punk y la 'new wave' se fueron abriendo paso en el panorama nacional, una apertura que en el caso de Málaga fue muy particular. Y es que «la nueva ola de la Costa del Sol es distinta a la del resto del país», tal y como demuestra el libro 'Málaga y la nueva ola. Música y vida nocturna. 1979-1985' (Editorial Alfama), que firman el escritor, genealogista e investigador José Luis Cabrera y el fotógrafo, crítico y DJ Lutz Petry.

Así, la presencia de extranjeros en la zona y su apertura al turismo da lugar a una mezcla de nacionalidades que propicia el intercambio de ideas y de tendencias, que diferencia la 'movida' del sur de España de la del resto de la península. Así lo defiende la periodista y escritora malagueña Silvia Grijalba en la obra, que se presenta la semana próxima dentro del ciclo 'Poesía del rock'.

Cabrera y Petry vivieron en primera persona y de forma muy intensa estos años de 'movida nuevaolera' en nuestras tierras y se han encargado de dar forma a un libro plagado de imágenes de la época y testimonios de los protagonistas, que hacen un recorrido por los bares, discotecas y salas de conciertos que acogieron estas nuevas tendencias. Una época de la que, según constatan los autores, surgieron nombres que han traspasado el ámbito de lo local, como Danza Invisible, Texidó, Conde, José Luis Clotet o Eduardo Vargas en el mundo de la música; Miguel Trillo y Alicia Aguilera en fotografía; Silvia Grijalba, Joaquín Molina y Alfredo Taján en la literatura y el periodismo; Rafael Rosado en la edición o Rafamateo en el diseño.

La obra defiende que el germen estético de esta nueva generación estaría en el lanzamiento en 1979 del primer álbum de Joy Division, 'Unknown Pleasures'. Aquí, en la Costa, el canadiense Louis Jantzen, quevivía entre su país natal y Torremolinos, fue uno de los primeros 'importadores' de estas tendencias musicales, que se implantarían poco a poco en establecimientos como Hardy's, Portobello, Piper's, Skalon, Eagle, Cactus, Disney, Max's, Blondie, Circuito 3, Krystal, Charlestón, Nueva Pulsación o Casablanca.

Mods, punks, 'nuevaoleros', neorrománticos... todos configuraban una estética nueva y oscura, extravagante, cuyo sonido se plasmaba en grupos como Sociedad Anónima, con Ricardo Texidó y Conde, luego llamados Cámara; Adrenalina, que fue el origen de Danza Invisible; Krazy Boys, Atentado Sarajevo, Spray, Sala 21, Lokomotora Keromnes, Chirli, Gráficos de Alta Resolución, El Correo del Zar, Hombres Públicos, Factoría Ribbentrop, Réquiem, En Trance o Generación Mishima y Carta Blanca, impulsados por el hoy director del Instituto Municipal del Libro, Alfredo Taján.

Todo este caudal creativo desemboca también en otros géneros artísticos, tal y como recuerdan José Luis Cabrera y Lutz Petry en su libro. Así, la 'new wave' provoca la expansión de los fanzines, que se multiplican en Málaga con títulos como 'Tajea', 'Interferencias', 'Caiga quien caiga' o 'Imágenes alteradas'.

El apoyo de la radio fue básico en un periodo en el que arte y las nuevas tendencias van de la mano gracias a salas como la de Diputación, el Ateneo o La Mandrágora.

[diariosur.es]

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